Siempre te querré de vuelta

Vuelta a Casa

Ya han pasado tres días desde que encontré a mi supuesto novio con Simona, la cual era mi amiga, no voy a decir que no me dolió porque si lo hizo, pero tampoco para estar encerrada llorando por todo un año. Así que, aquí me encuentro en el Aeropuerto de Italia para coger el vuelo más importante de mi vida. Minutos antes de entrar por la puerta de embarque me vuelve a sonar el móvil, miro de quien se trata cansada de tanta llamada decido cogerlo.

- Mira Carlos me tienes cansada de tus llamadas, ¿enserio no te has dado cuenta de que no quiero saber nada de ti?

- Lola ¿donde estas?, llevo llamándote dos días, he ido a tu casa y no me abres, ¿me puedes dejar explicar lo que a pasado?

-No tienes nada que explicar Carlos, lo vi todo con mis propios ojos, normal que no quisieras que fuera a buscarte a tu oficina.

- Dime donde estas por favor que necesito verte y explicarte - volvió a repetir, supongo que no se cansará de preguntármelo

-Haber idiota, que no quiero que me expliques nada, solo quiero que me dejes en paz, ¿Quieres saber donde estoy? Subiéndome al avión que me va a devolver a mi antigua vida, de la que nunca debí salir.- Le dije, bueno más bien me dije porque yo sabia que me estaba auto convenciendo a mi misma de que era lo mejor, de repente escucho una risa que provenía de Carlos.

-Tu a lo que vuelves es a ver a tu ex novio, ¿verdad?, y luego tienes la cara de reclamarme a mi.- lo oí reír de nuevo y  la ganas de decirle de todo no eran pocas, pero no estaba en el lugar adecuado para ello.

- Piensa lo que quieras querido, en verdad ya no me importa. - Con las mismas corté y apagué el móvil.

Al ir tan metida en la conversación no me di cuenta de que estaba ya dentro del avión, fui en busca de mi asiento una vez que lo encontré  me dispuse a acomodarme, me coloqué mis cascos con mi Ipod y desconecté. 

                                                                              ❌❌❌ 

Cuando quise acordar ya estaba aterrizando el avión en Madrid, me espera una nueva etapa, no puedo dejar de mirar dirección a la salida con la esperanza de encontrarme a alguien conocido hasta que mi alma gemela apareció por la puerta, solo faltó menos de un minuto para que me viera y que empezara a correr en mi dirección como una loca. 

-Amigaaaaaa- chilla como una loca mientras me abraza- Como te echaba de menos, no te vuelvas a ir por favor- me pide emocionada mientras se seca las lagrimas. 

-Amiga, que no puedo respirar, te prometo que no me voy a volver a ir, esta vez volví para quedarme.

Me volvió a abrazar y esta vez la correspondí aferrándome más a ella,ojalá no soltarla nunca más.

- Venga vámonos que tenemos mucho de lo que hablar amiga, te ayudo.- tiró de mi como loca hasta llegar al coche.

En una parte del trayecto a casa me quedé observando a mi amiga durante unos minutos, no os podéis imaginar la suerte que tengo y es que ella es perfecta, la mejor amiga que todo el mundo quisiera tener, mi tesoro más preciado. Alejandra es como mi hermana, no de sangre, pero si de alma y de corazón, no se si lo que primero me llamó la atención es su melena rubia , ese mar que tiene como mirada,o esa locura que habita en ella. Ella es de esas personas que aunque se esté ahogando por dentro de todos los problemas que pueda tener ahí va a estar la primera para ti, ella es especial, le da igual todo y de verdad que a mi me tiene más que impresionada, no he visto persona más valiente que ella, es capaz de recorrerse medio mundo por verte sonreír, repito es perfecta.

- Lola cariño vas muy callada,¿en que piensas?- la voz de mi mejor amiga interrumpió mis pensamientos.

-Nada Ale, solo estoy feliz porque estoy aquí con los míos- le sonrío, ganandome otra sonrisa por su parte.- ¿Como están todos?

-Todos están bien Lola,  Thiago sigue igual de insoportable que siempre.-Lo dejó caer como si nada, aunque yo se que ese insoportable le encanta.- Tus padres deseando verte, la tonta de Alicia dando la lata como siempre y nada más interesante la verdad, todo está igual que en hace tres años pero más "adultos" jajajajaja.- oír el nombre de Alicia me enerva un poco la sangre.- pero bueno tía no vamos ha hablar de ellos, los vas a volver a ver a todos. Hablemos de ti, porque no me has dicho todavía que ha sido lo que ha pasado para que tomaras esta inesperada decisión. 

Empiezo a relatarle todo lo que pasó hace tres días en la oficina de Carlos, como me olí desde el primer momento todo lo que estaba pasando, cada mentira que me dijo, le cuento como me encontré al que decía ser mi novio con mi supuesta amiga Simona encima de él comiéndosela toda, de verdad que cada vez que me acuerdo se me hace más difícil no  sentir esta repulsión hacia ellos. Cuando termino mi amiga sorprendida empezó a decirles de todo como si ellos la fueran a escuchar. 

-No me lo puedo creer, esque me parece impresionante con la cara de mosquita muerta que tenia la tía y lo buena amiga que se hacia ver, mira lo que hace la pedazo de cerda, madre mía de verdad es que la cogía y la reventaba toda.- pensaba que ya había terminado pero no, coge un poco de aire más y sigue.- Pero vamos que él no se queda atrás, pedazo de tonto, de verdad que yo no se lo que le viste, me remito a las pruebas, todo lo que tiene de guapo lo tiene de imbécil.

-Ya Ale, no vale la pena, si ya me importa poco, por algo volví.

Ella con cara de pocos amigos puso la radio, dando paso a la canción de Jaque mate, y como si nada hubiera pasado empezó a cantarla como una loca, algo que a mi me hizo sonreír como tonta.

Poco después y tres canciones más tarde viendo como una loca cantaba, llegaba a la puerta a de mi piso, y sin pensarlo mucho entramos las dos riendo de como Ale no dejaba de hacer gallos cantando, fue abrir la puerta  y empezar a llorar como una desconsolada, todos estaban allí para recibirme. Fui mirando, por todo el departamento, por cada persona que veía una lágrima más se me caía, allí estaba Papá, mamá, mi hermana Lucía, Thiago son su sonrisa de siempre y los padres de Ale.

Como una loca y con lágrimas en la cara empecé a dar abrazos a todos, hasta que escuché esa voz que hacía años que no escuchaba. Una voz  que me dejó de piedra. 

-¿A mi no me vas a dar un abrazo?