Para Reynaldo Gasca, en los últimos meses su vida se había vuelto fría, una vida perfecta entre trabajo, diversión y descansó. Cualquiera envidiaba el estilo de vida del ahora líder del equipo charro del rancho "De la Cruz" pero para Rey su vida est...
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En un karaoke lejos del rancho De la Cruz, del Estado, del país, pasando el océano, en España era de noche y un hombre se movía al son de una canción tomando el aire necesario para empezar a cantar ante un público.
— De un tiempo a la fecha, te encuentro cambiada. No me haces reproches, ni buscas mis brazos en la madrugada... De un tiempo a la fecha, lo vengo notando. Me matan los celos, corroe en mi alma lo que estoy pensando...
Será que al dejarte sola, encuentras un nuevo amigo, que ocupa mi sitio que cruel es la duda es el peor enemigo... —
Todos en el lugar estaban aplaudiendo mientras en una mesa a lejos estaba un joven junto a una pequeña niña y una mujer viendo detenidamente el espectáculo, riéndose al ver a su pareja arriba del escenario cantando y moviéndose al ritmo de la música. Teodoro no dejaba de sonreír al ver a Adrián cantar, amaba cuando hacia eso... Lo enamoraba más con cada canción que cantaba, aunque algo no lo dejaba estar tranquilo al escuchar la letra de la canción, no sabía la razón, pero por su mente pasaba la imagen del rancho, de Rey y Valentino.
— La gente rumora... (La gente rumora) la gente rumora que alguien del pueblo está estrenando amante... —
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Era jueves, no había cambiado mucho mi estado de ánimo después del incidente de "La chona" seguían usando el hashtag pero simplemente dejé de ver mis redes los días siguientes después del lunes. Las cosas se habían puestos tensas en el equipo Capirotada, nombre con el cual Valentino nos había bautizado, era el nombre de un platillo dulce que era su favorito.
— ¿Qué les pasará a esos dos? Ósea lo mío es normal que este tenso ¿Pero ellos? — Dije mientras caminaba en las calles del centro del pueblo, era de tarde y comúnmente me salía a distraer un poco de la ya casi sola casa que hicieron de internado.
La semana había empezado con bajas en el curso de 300 habían quedado solo 80 y en la casa además de Xenres y yo se habían quedado cinco infantes, una niña de 8 de nombre Idalia, Fernando de 8 también, Carmen de 7 años, Rosa María de 14 años y Hugo de 10. Pensando en esos niños solo me puse a pensar en los padres que los habían dejado ahí. Iba caminando, escuchando en Spotify música que me recomendaron, estaba oyendo una canción acerca de una infidelidad y como la gente estaba rumoreando con eso. — Tienes un amigo que ocupa tu vida, que ocupa tu mente... — Susurré cantando mientras veía que había un puesto de helado donde me paré a comprar uno de limón con chamoy.
Tenía pocos días en México pero hasta eso estaba acostumbrándome a su comida, sobre todo a lo picante y a lo acido, Xenres me había estado mandando dulces picositos desde que nos conocimos, ciertamente ese entrenamiento previo ayudó. — Me da uno de limón con chamoy, por favor. — Dije al quitarme los auriculares. Mientras esperaba ansioso mi helado pude escuchar algo que estaban diciendo unas personas a lado de mí, eran dos mujeres.
