En un mundo en donde la maldad domina, aprendemos de alguna manera a sobrevivir
El día que llego a ese horrible lugar, solo observaba como las mujeres y hombres movían las caderas a un ritmo demasiado sensual para su gusto, solo el recordar como los hombres se insinuaban le daban nauseas, nunca logro entender como podían estar con ellos y no vomitar.
Aquello era insultante para su persona, aunque nunca tuvo dinero, siempre fue demasiado educado, aun cuando no quería serlo, no refutaba, siempre seguía las ordenes al pie de la letra, resultando demasiado sumiso a su parecer. Odiaba tener que insinuarse tan provocativamente, no le gustaba, solo era un adolescente, una persona inocente de la cual quisieron aprovecharse.
El niño que pensó que sería por demasiado tiempo desapareció, no tuvo una infancia de la cual estar feliz, pero su inocencia seguía intacta, sí, recibió tantos insultos de parte de su progenitor, pero aquello no le llegaba a molestar, sabía que siempre fue un estorbo para su padre, al igual que lo eran su madre y su hermana; pero cuando tuvo un pie dentro de aquel lugar, todo se vino abajo.
Su cuerpo fue ultrajado de la manera más horrible, sintiendo el cansancio al final de cada noche, el ardor en su piel antes de quedar dormido, no olvidaría el asco que sentía cada que veía a esas personas, los primeros días pensó que solo los hombre harían aquello, pero solo se adelanto a lo que iba a pasar, se asombro al ver como una mujer tomaba su cuerpo, ella fue tan despiadada como ellos.
Solo ver a su pequeña hermana lo reconfortaba, cada día trataba de borrar los rastros de golpes en su cuerpo, eliminar la tristeza en sus ojos, solo quería conservar el amor que aun le quedaba por ella, trataría de protegerla a como diera lugar.
Deseaba encontrar una salida, un lugar a donde escapar, anhelaba llorar todo lo que en años no había podido, ansiaba sacar a su hermana de allí, él ya no importaba, se empañaron en destruirlo poco a poco, cada noche que no terminaba desmayado o tan cansado que con solo tocar la cama cayera rendido en lo único que pensaba era en salir.
Cada día sentía que su mundo se venia abajo, en el transcurso de los años todo se volvió peor, su cuerpo cambio llegando a ser un hombre con un atractivo singular por lo que atraía a todos los hombres y mujeres de allí, odiaba su vida cada vez más, solo deseaba desaparecer, pero tenía a su hermana, ella era su responsabilidad si él intentaba hacer algo en contra de ellos, el castigo se lo llevaría su hermana, ya bastante tenía con soportar el dolor de él, no podía tener otro dolor encima.Miraba un punto en especifico de la habitación, recordar solo hacia que se repudiara aun más, solo quería que llegara su momento, sin embargo, tenía que estar seguro que su hermana estaba libre, allí sabría que su vida ya no tendría sentido, podría cumplir lo que por varios años había soñado, la muerte; anhelaba morir, su vida ya no valía la pena no tenia sentido alguno, quería reunirse de nuevo con su madre, estar a su lado y esperar a su hermana hasta que llegara su momento.
Pero para al azabache que esta a su lado escuchando cada una de las palabras que salían de sus gruesos labios, todo era solo por la ira, en realidad sabía que él no anhelaba morir, al menos no después de ver que podría ser libre, hacer lo que alguna vez soñó. Ayudaría a que ello se cumpliera, haría lo necesario para hacer que ese hermoso chico volviera a creer en el mismo, pero de algo estaba seguro, no lo haría de la mejor manera, de igual no era conocido por ser la mejor persona del mundo, al contrario, era el monstruo al que cualquier persona con razonamiento temiera.
Las palabras sobraron en ese espacioso lugar, ambos dispersos en sus pensamientos; el más joven pensando en que opinaba el azabache de él después de saber que su cuerpo estaba sucio, invadido por manos de tantas personas que ya había perdido la cuenta, mientras el azabache trataba de encontrar las palabras para dedicarle a esa persona que aunque mostrara que era tan fuerte, en su interior era la persona más sensible.
-Jimin hay una situación que aun me deja inquietante-El más joven frunció el ceño, no recordaba que se halla escapado algo, al menos él pensaba así.
-¿Qué cosa hyung?-El azabache suspiro acomodándose mejor.
-¿Cómo es que tienes sangre de vampiro en tu sistema?-Jimin esperaba cualquier pregunta respecto a Juni, no pensó que preguntaría algo que para él era tan insignificante.
-En una noche un tipo, un Amo, estaba en un éxtasis del cual no pudo salir por un largo rato, él me mordió, alcanzo a dejar su sangre en mi sistema, pero no me afectó como a los demás-Jimin inhalo profundo, acomodándose de manera que quedara de frente al azabache-Juni llego antes de que algo peor pasara, pero como aquí ya no hay brujas no pudieron sacar la sangre que quedo en mi cuerpo, después de todo ellos no podían hacerlo.
YoonGi se levanto, tenía la mirada de Jimin encima de él, no pensaba dejarlo solo pero el más joven asumió lo contrario-Jimin, te contare algo, pero no debes volver a repetirlo.
Jimin asintió con la cabeza igual que un niño cuando lo sobornan con un dulce, el azabache le brindo la mano, este tomándola inmediatamente--Pero debemos irnos de aquí, podrían escucharnos.
Aunque YoonGi sabía que los vampiros que estaban en su hogar no se atreverían a escuchar las conversaciones suyas, no quería arriesgarse...
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:Lejos de la luz en la oscuridad de su habitación, ella miraba hacía un punto en especifico, esperaba por él, necesitaba de sus manos alrededor de su cuerpo, sentir el calor que emanaba su figura, anhelaba escuchar su voz aunque fuera solo por un segundo.
Solo podía soñar, sabía que se encontraba bien y aquello la alegraba, pero tenía resentimiento,¿Por qué?¿Por qué se fue solo?¿Por qué la dejo allí?, sabia que su hermano lo hacía por ella, una parte de su ser quería que así fuera; esperaría, esperaría a que su príncipe la rescatara.
De repente, en las tinieblas pudo deslumbrar a una figura, por el aroma que su cuerpo emanaba pudo distinguir quien era, no tenía miedo, todo lo contrario, esperaba verlo esa noche, poder hablar con él hasta quedar totalmente dormida.
-Hola pequeña-Su gruesa voz haría temblar a cualquiera, pero a ella no, desde el momento en que llego allí él se había encargado aparte de su hermano de alegrar sus días.
No podía distinguir la luz desde hacía mucho tiempo, pero él se encargaba de que ella pudiera al menos por unos instantes distinguirla; deseaba salir de allí, aunque no había sufrido lo mismo que su hermano, sentía su dolor y aquello se volvía cada vez peor.
Cada noche sentía ese remolino de emociones en su ser, la desesperación gobernando en ella, cada parte de su cuerpo sintiendo el dolor del otro, ardía como el demonio, desde que era una niña convivió con el mal a su alrededor, no existía algo que pudiera sorprenderla. Tenía un gran alivio al saber que su hermano no tenía su habilidad, algo que no consideraba un don, solo se volvió su entrada al infierno.
-Namjoonie, hoy te demoraste-En su rostro se dibujo un puchero,algo que el mayor vio como lo más tierno que alguna vez había visto.
-Lo siento pequeña-Él se acerco sentándose frente a ella-¿Qué hacías?
-Solo pensaba en Jiminie-El mayor borro la sonrisa que estaba en su rostro-¿Sabes a donde fue?
-Lo lamento pequeña, no lo sé-Sabía donde se encontraba él, mejor dicho quien se lo había llevado, pero tenía prohibido habar de él y más si esto involucraba a la hermana de Jimin.
-Quiero estar con él, no me gusta estar aquí-Namjoon oía cada palabra de la niña en silencio, no sabía que decir, ella debería estar afuera disfrutando de su infancia pero no podía salir, Juni había aceptado que Jimin se fuera, aunque dejaron de ir varios de sus clientes que solo querían ver al chico de mejillas regordetas, él no dejaría que la única persona que había logrado que su reinado siguiera se fuera, no lo permitiría.
-Linda te ayudare a salir, pero no debes decir nada-Él quería ayudarla, solo era una niña que había sufrido mucho a causa de un padre que no la quería y un hombre que solo buscaba ser el rey de todo.
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Blood, Love And Tears⭐KookV ❤️
Fanfic¿Secretos? Todos los tenemos sin excepción. Algunos son más grandes y ocultan verdades terroríficas... ¿Puedes guardarlos? Dices mentiras porque eres quien los guarda, pero nadie guarda un secreto ¿Por qué? ¿Por qué cuando hacemos acciones más oscur...