Todo ocurrió esa noche cuando su cuerpos rosaron en la pista de baile.
Serán capítulos cortos pero todos están relacionados.
Mi participación en la #StarkQuillWeek de Hilo Unicornio V. S
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I was on a heavy tip Tryna cross a canyon with a broken limb You were on the other side Like always, wondering what to do with life
La música empezaba lenta. Sus amigos se habían perdido en la inmensidad de gente. No le dio mucha importancia pero la urgencia de bailar emergió en su cuerpo. La música comenzó a hipnotizarlo, hacerlo perderse en el ritmo lento. Dejó su bebida en la mesa y se adentró a la pista de baile con la multitud.
Sus caderas comenzaron a moverse. Debido a que había demasiada gente no importaba mucho si bailaba mal y se perdía en la música. El ritmo comenzó a poseerlo lentamente y cerró los ojos. Con una sonrisa dejaba que la música lo guiara. Le gustaba bailar, no, le encantaba hacerlo pero esa vez, por una extraña razón era más una necesidad. Como si la música lo poseyera.
De pronto sintió como unas manos comenzaron a sentir su cadera y abrió los ojos sorprendido. Una sonrisa coqueta de ese chico rubio cenizo lo hizo sentir pena por sus movimientos. Aunque la pena desapareció al ver que el chico también se movía, bailaba al ritmo de esa música, aunque un poco torpe, decidió seguir sin quitar esas manos de su cintura. Es más, las movía de una forma más sexy, como si buscara seducirlo.
Este chico sonrió aún más al ser correspondido y continuo con su baile torpe. Sus ojos marrones no perdieron de vista esos ojos verdes. Con las luces de colores parecían más claros de lo que eran. Siguió moviendo su cuerpo sintiendo como esas manos se deslizaban hacia abajo.
Las detuvo antes de que llegaran a su objetivo, sin dejar de bailar le negó con la cabeza y las volvió a colocar en su cintura. El chico rubio sonrió apenado y una urgencia surgió en su cuerpo. Lo abrazó del cuello para que sus cuerpos se pegaran un poco más mientras la música se aceleraba.
Ambos se miraban hipnotizados por la boca del otro pero solo mantuvieron sus cuerpos cercanos mientras bailaban. La música cambiaba de ritmo. Ahora parecía que sus movimientos eran a propósito, como si quisiera provocar una locura en su cuerpo. La música iba acelerándose, ellos se detenían y sus respiraciones parecían ansiar un beso. Lentamente se fueron pegando más hasta que sus labios se unieron.
Primero casto y poco a poco se aceleraba. Movían sus cabezas implorando por más, devoraban sus bocas, ansiaban los labios del otro y mordían, con desesperación. La música se aceleraba más, cambiaba de ritmo y todos estaban perdidos en la música. Ellos seguían besándose, ansiaban los labios del otro mientras sus cuerpos se pegaban más aunque ya no podían. En ese momento de disfrute, el chico rubio bajo sus manos y apretó esos glúteos voluptuosos que le habían llamado la atención desde la mesa del DJ.
Sintió que el chico castaño soltaba un gemido en el beso y los apretó con más ganas. El beso se hizo más intenso, los cuerpos se rosaron más. El chico castaño hundió sus dedos en ese cabello rubio cenizo apretando los mechones, disfrutando del sabor, del beso. Se separaron para mirarse, el chico castaño se saboreaba los labios como provocándolo, deseo más pero el chico castaño lo detuvo y le hizo una señal para salir de la pista. El chico rubio sonrió afirmando.
