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Ese día Joe no había estado al lado de Isabella cuando ella despertó. La doctora Miller le hizo un chequeo esa mañana y todo estaba en orden, unas horas después llegó James a hacerle compañía.

Industrias Stark
Joe había citado a su viejo amigo Howard Stark en su misma oficina de su empresa. Hace tiempo que no charlaban y hoy era un buen día para hacerlo, además de que le pediría ayuda.

-Enserio, lamento lo de tu esposa. Se cuanto la amabas -dijo el hombre sinceramente.
-Gracias... Ha sido difícil estar sin ella.
-¿Y como está tu pequeña?... ¿Cómo me dijiste que se llamaba?
-Isabella.
-Claro, la pequeña Bella. Aún conservo la foto que me enviaste -abrió un cajón de su gran escritorio y le mostró la foto donde estaba Isabella muy pequeña, casi recién nacida, en brazos de su esposa, la cual, Joe también tenía.
-Ella está... No puedo decir que bien, quedó... Su cuerpo... Dios, es tan complicado -suspiro Joe con la voz quebrada- está estable, pero físicamente está...
-¿Mal? -Joe asintió- lo siento mucho Joe. Uno nunca quiere que esas cosas pasen.
-Lo sé.
-Si hay algo que pueda hacer por ti.

Howard Stark y su empresa construían y probaban armas, bombas y misiles para el ejército, y como Joe fue un sargento muy reconocido, sin mencionar el rango que tenía ante el gobierno de los Estados Unidos, había aceptado trabajar junto a Howard Stark cuando crearon la primera arma humana que protegería a la nación.

Y Howard le debía algunos favores al Coronel, pues Joe también sirve para SHIELD, así que él y Howard no podían ser más amigos.

-Se que esto no debe ser así, pero... Eres un genio Stark, puedes hacer algo para mi hija. Si convertiste a un alfeñique en un héroe, puedes lograr hacer algo para que mi hija tenga una vida normal.
-¿Quieres que vuelva a hacer otro super soldado? No, ni de broma. Eso ya quedó en el pasado -dicho esto se puso de pie y miró hacia el ventanal.
-No te pido que hagas eso, sólo quiero que mi hija...
-Ya no hago esas cosas Joe -le interrumpió- ahora fabrico armas y misiles. Además, SHIELD confiscó todo, ¿recuerdas?
-No se lo estoy pidiendo a SHIELD, te lo estoy pidiendo a ti -dijo Joe con sus ojos llorosos- debiste ver la cara de Isabella cuando me vio entrar en aquella habitación.  Ella tiene sólo 4 años, Howard. Por favor, no le quites las esperanzas.
-Entonces no le des. Tengo otras cosas que hacer Joe, te agradecería que...
-Si, debo ir con ella. Gracias, por recibirme -dijo Joe estrechando su mano con el mayor.

Aunque Stark le había dicho que no, él buscaría otros medios para ayudar a Isabella. Él le prometió no cansarse hasta que encontrara una respuesta, y eso haría, aunque tuviera que buscar en otros lugares.

-Si tengo que ir a HYDRA, será por Isabella.

Y mientras Joe volvía al hospital, Howard lo miraba caminar por el gran ventanal.

-Quizá fui duro con el. Joe sólo necesita ayuda y yo... Que clase de amigo soy -dijo sentándose frente al escritorio.

Dos toques se escucharon  en la puerta y él dijo "Adelante", por la puerta entró Jarvis, su fiel mayordomo, junto con su esposa. Howard sonrió y se puso de pie, se acercó a Maria, la abrazó y besó en la mejilla.

-¿Todo bien, cariño? Vi salir a Joe algo molesto y triste.
-No pasa nada, Maria. Joe y yo hemos tenido una charla.
-¿Sólo una charla? -la mujer levantó una ceja sin creerle.
-Me conoces tan bien -sonrió a medias- me ha pedido ayuda.
-¿Y no se la puedes dar?
-No es que no pueda, sino lo que quiere que haga.
-¿Es muy grave?
-Es muy complicado.
-¿Y no puedes hacerlo?
-Yo no...
-Howard, Joe es tu amigo. ¡Nuestro amigo! Y te ha ayudado bastante. ¿Que no fue el quien creyó en ti cuando nadie creía?
-Muchos ya me habían creído antes.
-Y luego te cerraron las puertas.
-Pero Joe era sólo un muchacho.
-Si, pero ese muchacho hoy te está pidiendo ayuda. ¿Por qué no le hechas una mano? -Maria abrazó a su esposo recargando la cabeza en su pecho, mientras él le acariciaba la espalda.
-Hablaré con el luego.
-Pero lo haces -ambos rieron- aunque yo no venía a eso.
-¿Ahora que hizo Anthony?
-Es sólo un muchacho -dijo ella para que no regañara tan del a su joven hijo.

Howard asintió, pero no se enfocó del todo en su hijo, sino que se enfocó en su joven amigo Joe, a quien ayudaría para que Isabella pudiera estar bien.

Howard asintió, pero no se enfocó del todo en su hijo, sino que se enfocó en su joven amigo Joe, a quien ayudaría para que Isabella pudiera estar bien

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FIGTH AND FIRE; STEVE ROGERS LIBRO IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora