✾Capítulo 17: Obsesionado por ti.

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No tardé mucho en volver.

No sé que me pasa pero mis piernas se dirigen automáticamente hacia arriba. Quito el abrigo que me puse y cierro la puerta, subo las escaleras lo más rápido que puedo... Al llegar al cuarto Jacobo está ahí, tiene sus manos en su cara mientras está sentado en el piso del cuarto al lado de la cama, no nota mi presencia a lo que yo me arrodillo junto a él, levantó su cara y miro esos ojos...Esos extraños y hermosos ojos. 

—No te dejaré—Susurro y lo beso.

Lo beso como no besé a nadie nunca, tal vez él me llevó al precipicio de locura en el que se encuentra, pero algo dentro de mí lo quiere, algo dentro de mí lo necesita y lo desea. Suena loco, lo sé, el hombre que salió de una clínica psiquiátrica por asesinar a su padre y hermanos, el hombre que me secuestró, el hombre que asesina por gusto y sin escrúpulos, pero... Él no es sólo eso, me quiere, me cuida, me protege y siempre estará para mí, sé que así será, tal vez haya enloquecido por completo, pero me quedaré... Me quedaré con Jacobo, no me quiero separar de él... Y no lo haré.

Siento que algo cambió en mi desde el día que me salvó de ese maldito hombre; si Jacob no hubiese llegado, si Jacob no me hubiese salvado...¿Qué sería de mí?

¿Esto es lo que siento?

¿Agradecimiento?

No lo sé, pero me quedaré a descubrirlo.

—Estoy aquí.—Vuelvo a hablar separando nuestras caras un poco.

—Y no te estoy obligando—Responde.

Una sonrisa genuina se pasa por mis labios.

—Lo sé, estoy más loca que tu. 

—Te necesito, te necesito más que a nada.—Tomó mi cara mientras hablaba.

No respondí nada más, eso era lo que él estaba esperando, él quería que sintiese lo mismo y ya estaba pasando... Nos queríamos, un psicópata obsesionado y yo... Una chica normal influenciada.

Se levantó del piso y me tomó, me besó con tanto amor que los bellos de mi nuca se erizaron, sentía su cariño, sentía su necesidad. Me recostó tiernamente sobre la cama sin despegar mis labios de los suyos, me sentía cómoda, me sentía en mi hogar. 

Levantó mi camisa haciendo que mis senos salieran rebotando, el los admiró un poco y luego con su mano fría los acarició, gemí por lo bajo a lo que él gruñó. Quité su camisa, dejé una fila de besos hasta llegar a su ombligo pasando por ese six pack que ahora me empeñé en lamer, cada parte de su cuerpo era de admirar.

Yo quería estar aquí, esta vez nadie me había obligado.  

Aunque la noche había caído y el mundo exterior dormía, dentro de la habitación el tiempo parecía detenerse mientras nos entregábamos el uno al otro con una pasión que parecía no conocer límites. Cada roce de nuestras pieles desnudas, cada beso cargado de deseo y cada gemido compartido parecían sellar un pacto silencioso entre nosotros, un compromiso de amor y entrega que trascendía cualquier lógica o razón.

Llevábamos aquí todo el día, entregándonos las veces que fueran necesarias, pero faltaba mucho para zacearnos y aunque ya me ardía mi entrepierna de las tantas veces que lo habíamos hecho, no me negaría en hacerlo una vez mas. 

—Te amo—Dijo entre gemidos.

Seguí besando su cuerpo hasta llegar a sus labios.

—¿Tu también me amas?—Preguntó mientras besaba mi cara con anhelo.

No respondí, solo seguí con mis actos.

Aún no tenía una respuesta.

Y ahora, mientras yacíamos juntos en la penumbra de la habitación, sentía que nos estábamos encontrando de una manera que trascendía cualquier etiqueta o definición. Éramos dos almas perdidas que se habían encontrado en medio de la oscuridad, dos seres rotos que se estaban reconstruyendo el uno al otro a medida que se entregaban mutuamente al amor y la pasión que compartíamos.

Pero a pesar de la intensidad del momento, una parte de mí seguía sintiendo dudas y miedos. ¿Era realmente posible amar a alguien como Jacobo, con todo su pasado y sus demonios internos? ¿Podríamos construir juntos un futuro basado en el amor y la confianza, o estábamos condenados a repetir los errores del pasado una y otra vez?

A medida que me sumergía en estos pensamientos turbulentos, sentí la mano de Jacobo acariciando suavemente mi cabello, como si pudiera leer mis pensamientos y querer tranquilizarme con su contacto. Y en ese momento, supe que no importaba cuán incierto fuera el futuro, no importaba cuántos obstáculos se interpusieran en nuestro camino, mientras estuviéramos juntos, podríamos superar cualquier desafío que se nos presentara.

—¿Qué tanto me ves?—Le reprocho, sigue intimidándome cada vez que me mira, su mirada es tan...de Jacobo.

Él me toma de la cintura y me pega hacia él, seguimos desnudos en la cama.

—Estoy jodido—Susurra en mis labios.

—¿Por qué?—Quise saber, pero es evidente que hace mucho lo está.

Sube encima de mi, abriendo mis piernas y posicionando su cuerpo entre ellas. 

—Porque tengo que reconocer que estoy...—Se toma su tiempo, como si no quisiera decir algo que pueda llegar a asustarme, pero ya nada lo hace.—Obsesionado por ti.



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Espero sus comentarios...

AnyiLi 🌻

Obsesionado por ti ©️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora