Camren 1

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Camila Cabello.

Reviso el horario y por quinta vez vuelvo a bufar.

Aún no puedo creer que tenga que seguir dando clases de matemáticas.

—Tranquila. —Escuché a Dinah hablar. — Oí decir a la directora que este año no tendremos al mismo profesor de matemáticas.

—¡Genial! —Grité para mis adentros.

La idea de seducir a un hombre siendo lesbiana me estaba ocasionando preocupación.

—Este año trata de atender.

Miré a Normani y comencé a suspirar.

—¡Si fuera tan fácil! —Grité y comenzaron a reír. — Vosotras mismas sabéis que las mates no son lo mío.

—Y con esa profesora aún menos. —Dijo Ally.

Rápidamente miré al frente y cuando vi la espectacular mujer que se encontraba ante mis ojos, comencé a morder mi labio inferior.

—Se nos fue a la mierda Camila. —Dinah comenzó a reír y yo no podía parar de mirarla.

Cuando se giró y nos dedico la primera mirada a la clase, quedé anonada al ver sus grandes ojos verdes.

Eran la mezcla más bella que había visto jamás y qué tal vez podría llegar a ver.

—Mi nombre es Lauren. —Dijo mientras se colocaba en medio de la clase. — Lauren Jauregui y seré vuestra profesora de matemáticas.

Su voz era clara, me gustaba mucho la seriedad que portaba en cada palabra que salía de sus rosados labios.

Mientras ella escribía cientos de números que apenas entendía, me dedicaba a mirar su angelical cuerpo.

Su cabello es largo, muy largo y cae como una bella cascada con ondas perfectas. Sus cejas son salvajes y sus pestañas son larguísimas. Sus ojos son preciosos y podría tirarme horas mirándolos. Su nariz es fina, bonita y me gusta la forma que se le hace cuando sonríe. Sus labios deben ser muy sabrosos, ya que cuando los moja se ven muy apetitosos. Su pecho es firme y está bien formado. Sus caderas son jodidamente atractivas y a cada paso que da se pueden apreciar más. Su trasero es malditamente hermoso y me encantaría agarrarlo y apretarlo durante días.

—Se te van a salir los ojos Cabello. —Susurró Normani mientras prendía nota en su libreta. — Es muy linda no lo voy a negar, pero seguramente estará comprometida.

—¿Y tú cómo sabes si lo está?

—Es obvio, mírala. —La señaló sin que se diera cuenta. — La muy condenada es preciosa.

Me paré a pensarlo y Normani tenía razón, pero cuando me fijé en sus dedos, no tenía ninguna alianza.

—No lleva anillo. —Digo mientras vuelvo a mirarla.

—¿Y? —Pregunta Dinah. — Tal vez tiene novio o novia o yo que sé.

—No tiene cara de que le gusten las mujeres. —Responde Ally.

—¿Y qué cara tiene una lesbiana? —Pregunto molesta.

Ally va a responder cuando alguien me toca el hombro delicadamente.

Me giro y ahí está Lauren.

—Señorita. —Me llama y sus grandes ojos me hipnotizan por un segundo. — ¿Cuál es tú nombre?

Ella me mira expectante y siento hasta mis piernas temblar.

¡Joder qué me pasa!

—C-camila. —Maldigo a mis adentros por tartamudear.

Oigo a mis amigas reírse y las ganas de pegarles una cachetada a cada una son inmensas, pero al oír a Lauren reír, todo el enfado se pasa al oír sus preciosas carcajadas.

Ni la melodía más pegadiza se compararía con las bellas carcajadas que no paran de brotar de su garganta.

—Bueno Camila cariño. —Dice mientras seca sus ojos. — Toma apuntes de lo que escribo y trata de estar más concentrada en lo que digo.

Como si fuera tan fácil...

Antes en mis clases de matemáticas conseguía enterarme de algo de vez en cuando, pero ahora con está mujer me va a ser imposible.

Pero tengo que dejar de lado mis hormonas, porque como no consiga aprobar, mis padres no sé qué harán conmigo y la idea de irme de Miami no me gusta nada.

—Por supuesto. —Asiento de manera formal.

Ella me guiña un ojo y comienza su charla de nuevo.

—Eso a sido muy caliente. —Dice Ally con los ojos abiertos.

—Y que lo digas. —Responde Dinah.

Ignoro sus comentarios y decido centrarme en lo poco que queda de clase, pero a los diez minutos me canso de tanto pensar y decido mirarla.

Ella, al verme mirarla, me sonríe y disimuladamente me señala el suelo.

Cuando veo un papel enrollado, lo agarro y rápidamente lo abro para leer lo siguiente;

—Señorita Camila, después de que finalicen las clases me gustaría hablar contigo.

Cierro el papel y lo guardo dentro de mi estuche, después alzo la mirada y asiento en su dirección.

Miro el reloj y deseo con todas mis fuerzas que toque de una jodida vez para poder admirarla más de cerca...

N/A: Corto lo sé, pero no quería tenerla más tiempo sin publicar.

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¡Hasta la próxima actualización!

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Mi profesora Lauren. (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora