Stevens y Félix no se conocen, al menos nunca han cruzado palabras. Quizá porque Stevens no es una persona muy habladora o quizá es que Félix nunca está atento. El número de probabilidad en el que ellos sean amigos está en un .01% de 10 y es porque...
El despertador nunca dejaba de sonar, amenos por supuesto que lo apagara. Este día no era más ameno para despertar y saber que seguía vivo, festejarlo con una taza de café al lado de sus padres y romperse la cabeza ese jueves en la preparatoria, su cuerpo festejaba más el que por ser jueves, mañana sería viernes y por consecuente seguía un fin de semana y el por supuesto, como los demás estudiantes rezaba para que no hubiera tarea.
Stevens Williams de 16 años camina a la escuela; como otros estudiantes que no viven a más de 10 metros de la escuela.
El despertador dejo de sonar, volvería a llegar tarde. Este día podría no ser más desastroso, si no hubiera olvidado su único calzado decente para escuela en la casa de su abuela o que su madre olvidara de nuevo preparar el desayuno. No se encuentra demasiado emocionado al recordar que solo faltaba un día para fin de semana; día de trabajo. Encontró su viejo calzado de bajo de su cama, y valla que era viejo, de lejos se notaba que quizá no duraría el día. 'Nadie lo notara' y valla que si lo notaron.
Félix Ramírez 16 años corre a la escuela; como todos los estudiantes que siempre van con retraso a la escuela.
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