ú n i c o

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YukHei guarda muchos recuerdos en su corazón. Todos los que tiene al lado de Kun. Su favorito siempre será aquella noche en que descubrió que su chico era el ser más hermoso que había en el universo.

Esos días en China eran fríos y ambos solían pasear como tontos tomados de las manos, sin ningún destino real.

No podría recordar todas las historias sin sentido que contaban durante horas. Pero el sentimiento en su pecho cuando lo veía reír era acogedor.

—¡Vamos, gege! ¡te prometo que será muy divertido!

Tenía ese hábito de mentir para tenerlo a su lado. Porqué siempre que decía "vamos, será divertido" nunca tenía un plan, solo pasar sus brazos por los hombros de Kun, y disfrutar de eso demasiado.

—ya es muy tarde, tonto— incluso si su tono era duro, sonreía dulcemente — solo perderemos el tiempo como siempre.

Sonrió grande.

—¡Creí que te gustaba perder el tiempo conmigo, gege!— Exclamó con sus manos dentro de sus bolsillos.

—Ugh, bien. Deja que me cambie— hizo amago de entrar a su casa de vuelta.

—¡no hay tiempo que perder!

Y lo jaló para correr, ignorando sus quejas. Cuando fue suficiente se detuvieron para tomar aire. Y para que Kun pudiera golpearlo en paz.

—¡estoy en pijamas y hace mucho frío, bobo!

—¿hace mucho frío, gege?— Preguntó acortando la distancia que había entre ellos.

—¿Q-quieres que te golpee, tonto?— susurro sonrojado, separándose.

Pero YukHei no lo permitiría, lo tomó fuertemente en un gran abrazo. — No puedo dejar que mi gege tenga frío, es un oso gruñón cuando tiene frío el culo.

Río fuerte cuando el mayor lo golpeó sin romper el abrazo.

—¿A dónde vamos? — preguntó mientras caminaban con las manos entrelazadas, Kun le había quitado su chaqueta por el "frío que hacía" y él no se negaría a verlo con esa inmensa prenda porqué era realmente adorable.

—Te va a encantar, te lo prometo— habló mientras lo guiaba cuidadosamente por el camino.

Fingió no escuchar cuando murmuró un "me encantar estar contigo siempre" pero su sonrisa era enorme.

Cuando llegaron. Intento grabar en su mente la cara de Kun, porqué valía la pena todo el tiempo que caminaron.

—¡Woah!— exclamó fascinado — ¿Como encontraste este lugar, xuxi?

—Simplemente lo encontré. ¿Te gusta?

—me encanta. Me encanta demasiado.    
Kun se recostó en la grama, mirando el oscuro cielo. Y YukHei se sintió embobado viéndolo. Porqué era hermoso.

Kun era realmente hermoso.

Se sentó a su lado, sus manos se buscaron tímidamente y aún sin verlo, sabía que se estaba sonrojando. Cuando su cabeza se apoyo en su hombro y respiró un poco del olor del cabello del mayor, sonrió.

YukHei no sabía que tan fuerte eran sus sentimientos por él. Pero estaban ahí, Jodiéndolo, con mariposas en su estómago. ¿Que tan cursi era eso? Pero ya no podía quejarse, porqué ahí estaba, con ese gege que tanto le gustaba, en ese lugar que busco como loco para volverlo su lugar especial con el mayor, viendo las estrellas como si fueran tan especiales y las manos entrelazadas.

Estaba hundido y sin embargo, le encantaba.

—Las estrellas son tan hermosas. — suspiró dulcemente.— ¿no te parece?

Cuando sus miradas conectaron, y vio ese rostro tan hermoso. Con pestañas tupidas adornando sus ojos brillantes, sus mejillas sonrosadas, y su sonrisa tímida. El como sus adorables manos les brindaba calor, y como se veía con ese pijama viejo.

YuKhei solo se inclino a besarlo, lentamente y suave, con toda la delicadeza que podía, sin apresurarse.  Sonrió sin darse cuenta cuando Kun le siguió el beso. Y se dejaron llevar.

Porqué las estrellas eran despampanantes pero no tanto como él.

Stars;; LuKunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora