Te arranqué la vida
Y me salpicaste la piel con palabras fabricadas de vísceras y sol;
Me inhundaste el alma de las cartas que no me atrevo a enviarte;
Te llevaste la razón contigo cuando nos follamos en aquel sofá;
Me guardé tu miedo en los bolsillos del Invierno
Y no me queda espacio para un silencio más.
Te eché de menos
Y me sangraste por los ojos;
Te lloré canciones tristes por si Nostalgia volvía y nos acariciaba;
Por si amanecías con las ganas del ayer pero sin mañana.
Me vacié la piel de otros cuerpos
Y bostezaste mi nombre entre tus dedos y los míos.
Me abrazaste los nervios del dolor
Y no fue abrazo sino vida;
Apretaste contra mí tu pecho
Y noté entonces cómo se clavaban aún más las puñaladas;
No pude controlar mis instintos voluntarios
Y tu perfume se encargó de envenenar el resto del oxígeno;
Mi cuello se intentó enredar al tuyo
Y el tiempo dejó de ser eterno para ser recuerdo;
Te colaste en mis entrañas, entrañable.
Otoño gris.
Me quitaste los cigarros
Y mis pulmones dejaron de respirarte versos;
Me devolviste como a un producto caducado al baúl de los olvidos
Y aún sigo imaginando que vuelves para terminar lo que empezaste.
ESTÁS LEYENDO
Versos -para el- co(n)razón
PoesíaAquí no vas a encontrar historias de amor con un final felíz, Cuando las cosas acaban no tiene por qué haber un final. Aquí hay trozos de vida diaria en formato de poesía. Aquí hay versos a base de copas y almas en pena. Aquí hay tiritas para el cor...