The Real Magic.

,

La estética fue lo primero que te atrapo, Lo sé.

Buscabas algo diferente Y no lo encontraras aquí.

Porque, Magia la tienen todos en la vida.

Y el, No fue la excepción a cuál el nombre de esa manera por casualidad.

Él era la definición más bella de la magia.

Y sentado en mi cama con las piernas cruzadas hacia el sur, Con el peluche de polar a mi lado, A pesar de que me cause alergia y picazón en mi piel, Irritaciones y luego tenga que someterme a un largo e insoportable reposo que considero inútil, Pensé en lo lindo que sería un "Nosotros" luego de tanto tiempo. Y Nuestro regalo, Tu legado, Lo mantengo entre mi brazo derecho más específicamente en el bícep con el carácter más terco y testarudo que conociste en mi infancia. Claro, Inocente y absurdas eran mis acciones en ese tiempo. Con el sentimiento más vago que podría estarme poseyendo, Volví a preguntarme el por qué te fuiste. Eras tú la persona que más me conocía en la tierra. Y el peluche de polar ahorcado para que yo pueda alcanzar las el bolígrafo al papel era testigo clave de mi estancia junto a ti.

Y a pesar de todas las bellas emociones que siento por ti. Que siento por el mundo y por mí mismo, Es inevitable pensar que, Con toda la voluntad, Orgullo y valentía, Podrías regresar a mis brazos. Tenerte para mi otra vez. Y no en un absurdo diario en el cual tus recuerdos fueron plasmados ahí, Con tinta a mano. Mientras que tu carácter, Tu sonrisa, Tu amable e incomparable actitud que me seducían, Estén hechas por magia.

Lo siento por el mundo, Por no poder quedarse con una persona como tú. Y es que eras tan perfecto, Que el cielo te reclamaba, Querían que fueras su ángel. Y en aquellos tiempos, La pelea de la tierra y del cielo por tenerte. Fueron los que más nos separaron. Fue el quedarnos en el limbo hasta que ambos mundos reclamen su parte. Y ni siquiera el calor de nuestros cuerpos podía sacarnos de los fríos de nuestros corazones. Una mujer que pasaba frente nuestro, Asustándonos siempre, Quien habrá sido esa entrepida mujer vestida de blanco. Tú te aferrabas a mí, Como si yo pudiese protegerte. Como si yo fuese el ángel por el que peleaban. Y no había momento en el que miraba tus ojos buscando alguna mentira, O alguna palabra oculta, <Mentira>, <Mentira>. En ninguno de esos dos orbes oscuros había alguna mentira.

Eras lo mas real que tenia.

Ya no encuentro una nueva motivación por la cual distraerme. Escribir y escribir sobre mi dolor que le resulta entretenido a millones de personas, Que pagan por ver una portada que luego de tanto no es una estúpida mariposa o un colibrí insignificante.

Escribir sobre ti duele, Al igual que puede llenarme de felicidad cada día.

Espero podernos ver otra vez. Te prometí no ir hacia ti.

Pero me prometiste que algún día íbamos otra vez a contar las luces del faro que parpadea.

Volvamos a contarlas, Anda, Contemos juntos por última vez. Una...

Me tomabas la mano.

Dos...

Nos sonreíamos.

Tres...

Apoyabas tu cabeza en mi hombro.

Cuatro...

Desaparecías.

Cinco...

Se apagaba el farol.

Atentamente; "Bow" que te extraña.