Capítulo: 33 "Comienzo del plan"

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Los chicos avanzaban lentamente, sus pies dolían, sus cabezas punzaban, tenían mucho frío, temblaban, sus cuerpos flageaban, pesaban, sus energías yang se agotaban, horas de caminata, sin si quiera estaban seguros de que rumbo tomaban, pero ellos seguían caminando, esperando en poder encontrar el camino correcto y a sus parejas.

Las horas transcurrieron, sol brillante calentaba la atmósfera, el sudor escurría desde de sus frentes hasta caer contra el suelo.

-Me siento muy mal. – Dijo XingCheng cayendo de rodillas, los demás se vieron entre sí, Wei Wuxian toco la sudorosa frente del doncel.

-Estas helado, eso no es bueno, necesitas energía yang ¡Pero ya! además yo también me siento muy mal, unos pasos más y termino derrumbado en el piso como muñeco viejo – Comentó Wei Wuxian sentándose al lado de XingCheng.

-¿Wen Ning, puedes hacer algo? – Preguntó el doncel de túnica negra con rojo.

Wen Ning asintió, sus mejillas se tornaron rojas y su temperatura corporal se elevó, desvió su mirada avergonzado.

-Esta... está bien ¿Qué necesito hacer? – Preguntó el joven maestro Wen, nervioso y avergonzado al punto de querer salir corriendo y esconderse en las faldas de su hermana mayor.

- Primero relájate, solo necesitas enviar tu energía yang hasta tus labios y lengua, después nos besaras y harás fluir tu energía hacia nosotros. – Explicó XingCheng.

-Nunca lo he hecho, nose como hacerlo. – Dijo Wen Ning con un rostro afligido y sonrojado.

- Descuida, tú podrás, solo siente como fluye tu sangre por tus venas, luego sentirás que la sangre se calienta y arde, pero no duele, luego lleva ese calor y ardor hasta tu boca, luego nosotros nos encargaremos de recibirla. – Explicó JiangCheng.

-Esta... está bien, me esforzare. – Dijo tartamudeando el joven Wen.

-Inténtalo conmigo. – Dijo Wen Ying, levantándose torpemente.

Acerco su rostro con el rojo cereza el contrario, lentamente dirigió sus rosados labios con los de Wen Ning, al simple roce, provocó que el joven se estremeciera, tembloroso, se unieron ambas bocas, la unión era simple y débil, sin fuerza alguna, cuando el doncel trato de abrir la boca del joven, este inmediatamente cerro sus ojos fuertemente, apretando sus manos en puños, y con su cuerpo sacudiéndose levemente, trato de concentrarse en el calor y ardor que subía por sus venas, hasta llegar a sus labios, sin embargo, Wei Wuxian adentro su lengua para enlazarla con el joven, Wen Ning no lo vía venir, así que inconscientemente se sobresaltó y empujo al doncel hacia atrás, separando violentamente el enlace del beso.

-¡¿Wen Ning?! ¡¿Por qué me empujaste?! Ya iba aceptar la energía yang.

-Lo... lo siento... no... no sabía que ibas a meter tu lengua dentro de mi boca. – Wei Wuxian suspiro pesadamente, JiangCheng como XingCheng no sabían si reírse o llorar, ya que, a este paso, morirían por falta de energía yang.

Pasaron los minutos, y poca energía yang fluyo del joven Wen hacia los tres donceles, todos fueron enlaces del beso, débiles y tranquilos, por ello la energía compartida no fue mucho en realidad, pero la necesaria para seguir consciente hasta mañana, mientras el joven Wen volaba sobre su espada para encontrar el camino o a las parejas de sus amigos.

Los donceles permanecieron sentados, intercambiando anécdotas del pasado, los tres molestándose, uno por permanecer su virtud intacta y alardear fingiendo ser todo un experto, el otro por perderla y haciéndose el ofendido o avergonzado como una señorita casera, y el último por como perdió su virtud hace tiempo, pues fue un poco absurdo, primero se conocieron en una cacería nocturna, el doncel buscaba un cadáver feroz que atormentaba a una comunidad humilde y desprotegida, pues antes de convertirse en ese demonio, había hurtado el único tesoro de aquella comunidad, conoció a un hombre que al igual buscaba cazar a ese cadáver feroz, sin embargo, el destino quería jugarles un broma, terminando discutiendo de quien sería el que lo eliminara y rescatara el tesoro de esa humilde y lejana comunidad, pero al final concluyeron con un enlace sexual, donde el amor y la pasión floreció, con el paso del tiempo nunca se marchito, seguía igual de reluciente y fresca que el primer día, en pocas palabras se acostó y se enamoró de un hombre al cual se encontró en una noche, y lo primero que hicieron fue pelar por quien mataba a un cadáver feroz, para luego culminar teniendo sexo al intemperie.

El tiempo paso entre risas y platicas, la luna se asomaba sin descaro, el calor se a mitigaba, la brisa fresca hacia danzar sus mechones de cabello al compás de como bailaban las hojas de los árboles.

Esperaron y no había rastro de Wen Ning o sus parejas, temían lo peor, además solo tenían energía yang para mañana, no podían usar su núcleo dorado, por lo que estaban desprotegidos.

El sol se escondió entre las montañas, la oscuridad reino, rugidos y gruñidos resonaban en sus mentes, el miedo calo sus huesos, y la preocupación inundo sus corazones, sin embargo, algo cambio en el ambiente, una energía invisible los sofocaba, sus corazones se aceleraban en una danza infernal, sus mentes se ponían en blanco, sus sentidos se hacían lejanos, sus pupilas se dilataron sin rumbo alguno, o motivo, comenzaron a caminar, parecían cadáveres caminantes, muertos en vida, avanzaron un largo trecho inconscientes, se dirigieron hacia donde la presencia de energía se volvía cada vez más concentrada, hasta que llegaron a la entrada de una cueva oscura y húmeda.

-Ya están los donceles en la estrada. – Dijo un discípulo del Clan Wen.

-Bien, déjenlos en donde les dije, me divertiré con ellos toda la noche, pero primero quiero al próximo líder de la Secta YumengJiang, mancillare y ensuciaré su hermoso y arrogante rostro, mientras los otros dos amárrenlos. Mi plan apenas comienza. – Dijo Wen Chao con una maliciosa y lasciva sonrisa, en sus manos sujetaba una piedra de jade de color rojo sangre con un toque de negro, era del tamaño de un puño adulto.

Mientras en ese momento Wen Ning había guiado a Lan XiChen, Lan WanJi y a Son Lang, donde había dejado reposando a los donceles, sin embargo, cuando llegaron, el lugar estaba solo, sin ningún rastro de que alguien estuvo allí hace unos minutos. 

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elvis- Sempai 

El doncel del amor y la cultivaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora