La luna que vemos Parte II

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Mateo vagaba por la plaza junto con Fernanda, su castigo había terminado y por fin era libre de salir por su cuenta y a dónde quisiera con la promesa de no meterse en problemas.

—Entonces...¿Cómo qué le quieres regalar? —Fernanda daba un paso por delante de Mateo.

—Si supiera que darle, no te pediría ayuda. —Mateo sonrió mientras encogía los hombros.

—Tonterías, ustedes los chicos se complican mucho, mientras se esfuercen, eso nos hace feliz.

—Mientes, todas mienten en eso, Ariana no es mi primer novia y sé que eso del esfuerzo y la intención, no cuentan —replicó Mateo mientras volteaba a ver una tienda—. Yo podría tomar un videojuego de aquella tienda y pensar que es un buen regalo, pero a Ari no le gustan, ni siquiera tiene consola.

—Vale, tampoco es para irse a esos extremos.

—Pues para no ir a esos extremos es que tú estás aquí, eres su mejor amiga y sabes que cosas le gustan.

—Bueno, le gusta el karate, la música, las pelis de comedia, el color verde, la comida dulce, creo que eso es todo. —Fernanda comenzó a enumerar los gustos de su amiga.

—Mi papá tiene una tienda de deportes, puedo regalarle algunos guantes para practicar artes marciales. —Mateo reaccionó con emoción pensando que tenía el regalo perfecto.

—No, es algo muy rudo para que se lo andes regalando a tu novia.

—No se me ocurre nada más, ¿Algún disco? ¿Llevarla al cine o a cenar?

—No, debe ser algo que no le des siempre, y que ella pueda atesorar, que lo vea y piense en ti.

—Mejor seguimos caminando y si veo algo en alguna tienda que piense que le gustará, te digo.

—Es buena idea para comenzar —respondió Fernanda mientras aceleraba el paso.

Tienda tras tienda, Mateo sólo conseguía generarse más dudas, aquellas cosas que pensaba podían ser buena opción eran descartadas por Fernanda.

—Esto no está funcionando, nada de lo que se me ocurre te gusta —dijo Mateo mientras se sentaba en una banca.

—Pues yo doy mi opinión pero si tú quieres puedes comprarlo.

—En serio que no sé para qué te invité, no has sido de ayuda para nada.

—¡Qué malo! Pues es que Ari es algo complicada, hay cosas que yo supongo le gustarán pero acaban sin gustarle.

Mientras Mateo se quejaba con Fernanda, su mirada se centró en un pequeño objeto que se exhibía en la vitrina de una tienda frente a ellos.

—Lo tengo, ya sé que le regalaré. —El joven enamorado se levantó de la banca y camino hacía la vitrina, pegando su rostro al cristal.

Fernanda lo alcanzó para ver aquello que le había llamado la atención, tenía curiosidad por la seguridad que mostraba Mateo.

—Oye, es algo muy sencillo ¿No?

—No, es perfecto.

***Parque de la familia***

La ciudad inauguraba el renovado parque central con un baile gratuito, las parejas podían asistir de todas las edades para poder "bailar bajo la luz de la luna" cómo decían los carteles que se habían repartido por a ciudad.

En el parque estaban reunidas un gran número de parejas, desde personas de la tercera edad que llevaban amándose desde hace décadas hasta jóvenes que querían ver de qué trataba el evento.

A+B=LOVE [Vol.2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora