Arjay (como llamaremos a Alastir de ahora en adelante) se puso en pie y miró a Dina como diciendo “Estamos en problemas”. Zameer no pudo hacer más que sentirse un total idiota por haber creado esa arma que, como acababa de descubrir, les pasaría factura más temprano que tarde. Sin embargo nadie mencionó nada sobre señalar culpables y a Zameer no le recriminaron la creación del artefacto.
—Pudo haberle pasado a cualquiera —comentó Dina sin auto convencimiento. Los demás le miraron de reojo y asintieron en silencio. Menos...
—Madre, ¡ese es justamente nuestro problema! —se quejó Arjay —. De haberle pasado a cualquiera no estaríamos tan preocupados. Pero tenía que ser él quien justamente en su carguero guardara armas de tal magnitud.
—Es la única que creé —espetó Zameer poniéndose a la defensiva, parándose de un salto y encarando al otro sangheili.
—Y es la única que les basta.
—¡No quiero oír sus quejas! Ya basta —pidió Dina a voz en cuello. Ambos élites se callaron con ganas de seguir peleando, pero ante la autoridad de la spartan tuvieron que aguantar cada palabra reservada para el otro —. Lo mejor será advertir a Sullivan de esto.
—¿Quién es Sollevan? —Zameer tenía una curiosa forma de pronunciar los nombres humanos.
—Mi superior. El sabrá qué hacer. Lamentablemente perdí contacto con él tras partir de Olympia.
Arjay levantó una mano como pidiendo silencio.
—Tengo una comunicación entrante de Nanteiraree y parece importante. Permítanme un momento.
Arjay se apartó del pequeño grupo. Durante un rato escuchó atentamente sin hacer ni el más mínimo gesto, hasta que sus ojos se abrieron de modo impresionante. Aún así se mantuvo ecuánime y al acabar la comunicación regresó para dar las malas noticias.
—Dina, Zameer, díganme que tienen una buena nave para salir de aquí de inmediato.
—Tenemos el carguero de Zameer. ¿Eso basta? —dijo Dina preocupándose al sentir la ansiedad de Arjay.
—Pero no está habilitada para saltos desliespaciales —Zameer seguía molesto por los desperfectos en la Imminent Darkness —. ¿Para qué quieres saber eso?
—Debemos darnos prisa. Nanteiraree y Walcott piensan atacar un poblado cerca de aquí.
Dina sintió que se le revolvía el estómago. Volteó hacia Zameer con gesto suplicante y aunque no se viera su mirada a través del casco, el joven maestro de flota entendió su petición. Arjay debía ir sí o sí.
—Bien, pero nada de hacer estupideces dentro de mi nave.
Dina abrazó a Zameer dándole las gracias incesantemente. Tomados por sorpresa, los demás se apartaron ante la efusividad de Dina e hicieron comentarios en voz baja. El maestro de flota en un principio no supo cómo reaccionar pues le pareció extraño que la spartan de repente fuera tan confiada de él.
—Eh... No fue nada, Dina. Woratavai puede venir siempre y cuando lo mantengas a raya. Después de todo tú lo criaste —esto último lo dijo aún sin creérselo. Y con cierta incomodidad, debo añadir.
—Debió hacer lo mismo contigo —siseó Arjay quedamente.
—Silencio jovencito —dijo Dina apuntándole con el dedo índice —. Recuerda que puedo oírte perfectamente.
Arjay levantó las manos en son de rendición y tras reunir a su escuadrón bajó las escaleras eléctricas averiadas para salir del centro comercial. Afuera, el espectáculo que encontraron fue abrumador. Todas las naves de Keran se estaban retirando y se dirigían a una misma dirección. Uno pensaría que sus fuerzas habían sido diezmadas luego de un ataque como el de anoche, pero la realidad fue que la ciudad había sido arrasada y las bajas entre las tropas invasoras apenas fueron como quitarle un pelo a un perro. Nada.
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Fauve-114
Fanfiction«Después de varios años en criogenia, he vuelto a abrir los ojos, a respirar del viento, a contemplar el sol... Soñando con el fin de una guerra que le arrebató tanto a todos, y con el demonio que ha de hacer de salvador... Algún día seré como él, a...