La brisa fresca del mar pegaba en el rostro pálido de Jihoon y con cuidado se apegaba más al cuerpo de su novio para recibir un poco de calor humano.
- Cheol, promete que estarás por siempre conmigo.
- No necesito prometer nada para estar por siempre a tu lado.
- Pero debes hacerlo, eso hacen las parejas normales.
- Entonces prometo que te amaré por el resto de mi vida y en la vida que sigue
Para SeungCheol, la sonrisa de Jihoon en ese momento fue una caricia para su corazón y en segundos sus labios se juntaban con los de el menor para sellar aquella promesa donde el único testigo era la luna llena de esa noche que se reflejaba en el mar.
Dos años habían pasado desde esa promesa, ambos habían terminado la universidad y habían conseguido un empleo, podían decir que eran felices.
Jihoon terminó con éxito su presentación en el teatro nacional de Corea, entró a su cuarto de espera y encontró un arreglo floral en el centro del lugar, una canastilla llena de rosas rojas que soltaban su aroma enamorando a su propietario.
Una hora más tarde se había reunido con SeungCheol en su departamento y mientras cenaban el mayor se quejaba amargamente de su día en la oficina.
- Deberías renunciar si no te gusta.
Había dicho Jihoon antes de tomar su mano para subir a su habitación, entre besos y caricias llegaron a la cama y nuevamente se prometieron que todo estaría bien si estaban juntos.
La mañana siguiente Jihoon despertó solo en la cama, se dió un baño y bajo las escaleras para buscar algo de comer, sus ojos se agrandaron cuando encontró al mayor preparando el desayuno.
- ¿Qué haces aquí?
- Renuncié y ahora preparo tu desayuno, quería llevarlo a la cama pero...
- ¿Renunciaste?
- Sí, ayer cuando lo dijiste no sonó tan mal y la semana pasada me hicieron una oferta de trabajo en otro lugar así que lo hice.
Jihoon quiso seguir hablando pero un plato con comida y una taza de café se posaron frente a él dejando la conversación en el olvido.
Dos años más pasaron, pero en esa ocasión ya no habían promesas ni flores después de las presentaciones, los gritos y vidrios rotos después de una discusión tomaron ese lugar dejando todo rastro de amor en el pasado.
Desde hace seis meses Jihoon había cambiado, sus presentaciones habían aumentado y el estrés combinado con la presión terminaban haciéndolo descargar su enojo con el mayor.
SeungCheol trataba con todas sus fuerzas de entenderlo pero cada vez era más difícil, Jihoon le gritaba casi todos los días y cuando no lo hacía solamente lo ignoraba.
En la primera discusión bastó una disculpa y un beso para que Jihoon se calmará.
En la tercera el "Sexo de reconciliación" había funcionado.
En la sexta dejaron de hablarse por días porque Jihoon no quería saber nada del mayor.
Pero con el tiempo todo era más constante, SeungCheol entendía que Jihoon estuviera estresado pero el menor le gritaba hasta por respirar y lo peor era que él siempre se tenía que disculpar por cosas tan absurdas.
En los últimos dos meses todo había sido tan difícil para SeungCheol, lo bajaron de puesto en el trabajo, su novio lo ignoraba y cuando quería hacer las pases con él terminaban discutiendo.
El menor no dejaba que le hablara y mucho menos que lo besara por lo que las noches solamente eran para dormir.
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❁ Dos Copas De Más ➳ JiCheol
Short StoryUna copa de vino se posaba en la mano de un chico de piel pálida, su cabeza comenzaba a dar vueltas y las lágrimas rodaron por sus mejillas. 🍷Capítulo único. 🍷Historia completamente de mi autoría, queda prohibido el plagio total o parcial de la mi...