4:25 am.
Alrededores de la Montaña Central
Ryeowook miró por la ventana en su asiento junto al piloto y se puso de pie, caminó hacia la parte de atrás y le hizo señas a Seungri para hacerle entender que había llegado la hora, con algo de pereza asintió y también se levantó para dirigirse a los chicos.
El silencio era tenso aunque físicamente ninguno demostraba alguna emoción, sus rostros inexpresivos, sus respiraciones tranquilas y sus cuerpos estables, solo se movían por momentos cuando la nave maniobraba de manera brusca. Parecían estatuas.
-¡Bien, llegó la hora de descender!
Ryeowook habló lo suficientemente fuerte para llamar la atención y que escucharán claramente, abrió la puerta bajo la atenta mirada de todos, por unos segundos el interior se desequilibró debido al repentino cambio de ambiente. Uno a uno, desde los más cercanos a la puerta, se pusieron de pie y se acercaron a la única salida.
-¡Tomen! ¡Lo necesitarán si quieren llegar vivos! Al menos al suelo...
Seungri susurró lo último para sí mismo mientras les pasaba los paracaídas a los chicos, con algo de incomodidad, debido a la mochila que ya traían en la espalda, lograron colocarselo y saltar por turnos al vacio. Saltaron en diferentes zonas y en diferentes tiempos para evitar que cayeran muy cerca, si iba a comenzar ese juego enfermizo debía hacerse bien, después de todo lo mejor de la cacería era buscar a la presa y para eso debían desconocer su paradero. Todo había sido planeado por la loca mente de Taemin.
Ni siquiera había amanecido, el cielo estaba oscuro y con la poca ropa que utilizaban enfrentar el frío, fue su primera prueba. Desde la nave vieron los treinta paracaídas descender con gracia y aterrizar con elegancia, con los pies bien puestos sobre la tierra, estando solos para cazar o ser la presa comenzó aquel juego.
8:16 am.
Jongin estaba ocultó detrás de un árbol en una de las ramas más altas, debía moverse si quería llegar a la cima de la montaña pero los tres chicos, bajo el árbol aún desconociendo su presencia, no se la dejarían fácil.
Podría fácilmente saltar sobre ellos, atacarlos por sorpresa aprovechando su obvia ventaja pero había un problema, la diferencia de número. Era rápido y hábil pero desconocía la habilidad de sus posibles enemigos, después de todo se encontraban allí por sus excelentes habilidades, todos habían pasado por entrenamientos muy duros y que alguien débil estuviera allí, era imposible.
Había estado esperando que pelearán entre sí pero parecían haber hecho una especie de alianza, aunque pudiera arreglárselas para atacarlos, incluso ganar, saldría mal herido y considerando que aún debía recorrer mucho más... Definitivamente no podía arriesgarse a lo tonto.
Vió movimiento y se puso en alerta, en los arbustos, justo delante de los tres chicos, había alguien oculto. Sus ojos brillaron con curiosidad y una sonrisa se formó al conectar la mirada con aquella persona, JungMyeon le hizo señas y él solo asintió en acuerdo, preparó la navaja y esperó en silencio al mayor. Los arbustos se movieron bruscamente haciendo ruido y llamando su atención, en cuanto JungMyeon salió de su escondite y atacó, Jongin saltó a la espalda de los tres y los remató.
-Me alegra al fin encontrarte...
-No tanto como a mi...
JungMyeon negó con la cabeza divertido mientras guardaba la navaja y se disponía a revisar los cuerpos delante de ellos, Jongin se mantuvo alerta aún con la navaja en su mano derecha y esperó al mayor, al estar listos emprendieron su camino hacia la gran montaña que se alzaba frente a ellos.
10:48 am.
Chanyeol caminaba con tranquilidad pasando entre los árboles como si no fuera gran cosa, su actitud era extraña considerando la situación en la que estaba, el clima era horriblemente sofocante. Después del amanecer el calor había aumentado drásticamente y la humedad del ambiente no ayudaba en lo más mínimo, los altos árboles lo cubrían de los fuertes rayos solares, su botella de agua estaba prácticamente entera considerando que desde un principio nunca estuvo llena.
Miró hacia adelante e hizo una mueca de fastidio, aún estaba muy lejos de la montaña, había gastado casi toda la mañana caminando y aún no estaba cerca. Maldijo internamente a Seungri y Ryeowook por haberlo lanzado tan lejos de su objetivo, al menos no había tenido que luchar, era tanto positivo como negativo. Pues mal gastaría mucha energía, la cuál se iba agotando con cada paso dado, por otro lado podría conseguir provisiones y así tomar más agua, porque sed era lo que tenía pero debía ahorrar el agua.
-¡Mierda! ¡¿Qué haces?!
Rápidamente se trepó en uno de los árboles y se ocultó al escuchar esos gritos, en apenas segundos logró ubicar de dónde provenía el alboroto, unos metros más adelante habían dos personas discutiendo. No. Estaban peleando y por cómo lucian el más bajo moriría.
Y como lo predijo el más bajo cayó al suelo con una expresión de dolor auténtico mientras sostenía su vientre, el más alto sonreía como lunático y seguía apuñalandolo aún en el suelo, a pesar de que ya no podía moverse o defenderse seguía recibiendo daño. Cuando al fin pareció calmarse se levantó y miró al que había sido su aliado, volvió a sonreír y se dispuso a marcharse.
-Por eso no me agradan las alianzas...
Chanyeol, que había estado observando desde lejos y en silencio, decidió acercarse para atacarlo por sorpresa pero a último momento cambió de opinión anunciando su llegada. El otro, más bajo pero aún demasiado alto, parecía sorprendido con su presencia pero no dudo en atacarlo. Chanyeol esquivó con facilidad los ataques y terminó muy rápido con aquel chico enloquecido, realmente habían personas que estaban hechas para ese tipo de "juegos".
-Supongo que ahora sabes que no hay amigos ni aliados...
Le dijo al cuerpo inerte del más bajo mientras revisaba sus cosas y seleccionaba lo que podría servirle; miró al otro chico, tan muerto como el anterior, frunció el ceño y revisó sus cosas rápidamente. Después de haber tomado agua, guardado sus nuevas cosas y darles una última mirada a los cuerpos, continuó con su camino. La montaña frente a sus ojos lo esperaba.
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💜 Exodus 💜 Chankai [Exo]
Science FictionDel odio al amor solo hay un paso pero a veces eso podría no importar lo suficiente como para ser tomado en cuenta. El amor no está destinado. Aún si lo estuviera ¿Qué importancia tendría? Cuando se lleva una vida complicada llena de mentiras y sec...