「 It's Mine - Yoongi & Tú. 」

12

Entré a casa con una dificultad que nunca pero nunca, había vivido. Me dolía totalmente todo.

Vomité, vomité en el suelo pero está ves Yoongi no reaccionó de mala manera, trajo un trapo y comenzó a limpiar.

-Vete a la habitación, no te duermas.- Me ordenó, a lo que yo fui y me quedé sentada en la cama aproximadamente unos cinco minutos con el dolor de estómago que me invadía.

Finalmente llegó y cerro la puerta con seguro, se dirigió hacia mí, comenzandomr a besar de la manera jamás vista de el, una manera tierna y cálida.

Sostenía mis brazos con sus manos para que no me queje, pero comence a llorar.

Dejo unas cuantas marcas en mí cuello, y rompió mí ropa para dejarme totalmente desnuda y luego el desvestirse, dejando su erección vista.

-Dejame, quiero que me perdones.- Sonrió y lamió mí intimidad. A lo que me retorcí de placer. Gemí.

Una y otra vez, sus lamidas eran tan suaves y me besaba en la parte dicha. Nunca había visto un lado a si de Suga, a menos que me estés hablando de antes de ser esposos.

Colocó dos dedos en mí y comenzó a moverlos de una manera lenta, y luego rápida.

-

Eres tan estrecha, Ha-neul, me encantas.- Dijo.

Beso mis manos, y luego comenzó a penetrarme pero antes dejo un tierno beso en mí frente, y comenzó a embestir de una manera suave, y con mucho placer. El soltaba gruñidos, y yo gemidos. Luego aceleró los movimientos a duros, pero el placer no se retiraba. Cinco orgasmos, pero susurro en mí oído que ahora el era el que quería placer.

Vi sus músculos, y luego baje a su gran erección. Comencé a lamer su longitud.

-¡Ah! ¡Ah!- Gruñió.

Me lo metí todo en la boca, aunque todo no cabía, una parte pude tenerla en mí boca.

Luego de unos treinta minutos, se vino por segunda vez, dejando toda mí boca con su semen.

-Que linda te ves con mí leche, tómala, se buena niña.- Beso  mí mejilla, y hice caso.

Me paré angustiada.

-Suga. ¿Lo haz echo con preservativo?- Pregunté nerviosa.

-Toma esto.- Me dio una pastilla a lo que me la trague.

-Gracias.- Sonreí.

Me tumbo a la cama, los dos abrazados, tapados con las sábanas y el dormía como un ángel. Pero tenía miles de demonios, y unos cuantos ángeles bastante débiles al parecer.