Bullshit [Nammin]

Parte única

Tenía que estar bromeando.

- Por favor, llévame con él. - Dije que un puchero en mis labios, no tan sutil.

El guardia de seguridad bufo por quinta vez consecutiva en la noche, y quito sus auriculares. Me encontraba sentado en la pequeña sala de mi casa, y el en la misma habitación, de manera estratégica, era el encargado de vigilarme las 24 horas del día.

- Mire señor Park, sé que todo el tiempo digo que tengo ganas de morir- Hizo una mueca de estremecimiento- Pero realmente no quiero que el señor Kim me deje la cabeza llena de plomo, no gracias.

Se fue a la cocina después de eso, dejándome sorprendido. Odio que me sobreproteja así. No soy un jodido niño. Amo que se preocupe por mí, pero es demasiado.

Me hundo con ira en el sofá y entonces recuerdo.

"Él está para obedecer, cualquier cosa que le pidas, él lo hará. No es capaz de negarse"

Sonreí con malicia y llame tranquilo a Hoseok, "mi guardaespaldas".

-Hoseokie hyung~ -Canturree energético y espere a que atendiera.

- ¿En qué puedo ayudar señor? - Salió y tomo su postura habitual.

- ¿Recuerdas lo que dijo Nam cuando te contrato? - Me miro extrañado y asintió.

-Dijo que yo estaba en disposición a cualquiera de sus órdenes. - Me dijo con obviedad.

Sonreí con malicia. - Bien, que bueno que lo recuerdes, porque ahora mismo te ordenó que me lleves con él.

Él iba a hablar, pero nada salió de su boca.

- ¿No esperas desobedecer a tu jefe, ¿verdad? - Miro hacia el piso- Sería una lástima que perdieras tu trabajo.

Fingí inocencia y lo seguí mirando. Odiaba comportarme así pero no me deja otra alternativa.

-P-pero el señor Kim...- Interrumpí.

- ¿Ves al señor Kim aquí? - Negó- Entonces en estos momentos tu recibes mis órdenes, y te ordeno que me lleves con él.

Parecía tener una lucha mental, suspiro con cansancio.

-Bien, lo llevaré, ¿pero usted tomará la responsabilidad de esto?

- Por supuesto que sí, no te preocupes por eso, Hoseok.

- Bien, vamos. -Dijo y corrí a abrazarlo.

- Gracias, gracias. - Dije y corrí hacia la habitación que compartía con Namjoon. Al fin y al cabo, nadie se resiste a Jiminie, ni siquiera Namjoon.

***

Hoseok condujo tranquilamente atravesando la ciudad.

Namjoon había salido desde temprano, sin despedirse. Y así ha sido desde días atrás. Realmente moría por verlo.

Llegamos al sombrío establecimiento, siempre me pregunté porque tenía que ser tan lúgubre. Y como respuesta siempre obtenía "No hay colores en la ilegalidad, bebé".

Me daba escalofríos de sólo verlo.
Hoseok verificó el área y finalmente me abrió la puerta del auto.
Un par de guardias más, adoptaron una posición preventiva, pero al ver que se trataba de mí, se relajaron.