Siglo desde el inicio de los tiempos, año el que menos se espera, mes cualquiera, día ni idea; me siento, pienso y escribo, escribo sobre una realidad, sobre un punto que ninguno piensa con interioridad, que para muchos incluso para mi es pura frivolidad y pedantería; en el que nuestra opinión nunca importó y solo nos dejamos llevar por un medio que supuestamente nos muestra la veracidad de las cosas pero que al final nos condena a la tortura de la vanidad.
Ese dulce opio, no del pueblo pero sin ninguna duda el de la sociedad, vanidad, esta la veo como una enfermedad y que a través del tiempo solo se inventan mas “medicinas”, siendo la cura ante este mal el maquillaje, cirugías, fajas y plataformas; de esta enfermedad nadie se salva, mujeres y hombres todos la padecen. Son las ganas y el desespero de ser bello.
El cual si uno no pertenece a este selecto grupo ya se encuentra en una situación de desventaja, un punto en que la sociedad misma te excluye y solo has de ser aceptado si te arriesgas a ser el centro de las burlas de tu circulo social. Estamos en un mundo el cual siempre se busca el beneficio del bello y no solo que se le den mas oportunidades a este sino que se le concede una confianza ridícula, ya que si partimos desde un punto de vista psicológico o religioso como quieran pensar se le concede por unos ojos claros que esta persona nunca ha de hacer nada que consideremos incorrecto ya que si partimos del conocido dicho los ojos son la ventana del alma, creemos ya conocer de lo que cada uno es capaz de hacer por un brillo o destello que vemos en ellos, siendo en realidad un descuido de la luz. Incluso me atrevo a meterme con la religión, resalto en ningún momento para criticarla en relación con los conocidos conflictos, sino de como relacionan a la gente "bella" con esos agentes celestiales que cuentan con un contacto directo con Dios, me refiero en que piensan que esa gente considerada bonita no puede ser mala porque tienen una cara angelical y tomando del presupuesto que todo aquello que tiene relación con Dios ya es bueno y ha de ser todo lo que haga o haya hecho perdonado, ya se le es depositado una confianza inquebrantable.
Pero me pregunto ¿Qué es ser bello? Lo primero que se me viene a la mente son tales características como ojos claros, cabello liso y sedoso, increíble estatura y cuerpo de ensueño, los modelos de cualquier marca de ropa nómbralos; Los mitos y falacias que van acompañados de tal significado como el ser bello son ya tantas que la cuenta la he perdido y la importancia ha caducado, pero la duda persiste tales características ya mencionadas no son el fruto de una opinión, propia y des influenciada sino lo que los demás, los medios nos llevan a pensar, hasta un punto en que se convierte de forma cerrada y casi obligatoria el creer.
Noticias, revistas, pinturas, canciones cantidades de instrumentos utilizados para clasificarnos y ser la opresión del ser, todo esto confabulando de manera increíble circunscribiendo el actuar de la persona, ya que el que dirán se convierte en el dogma, la Vogue mas reciente la biblia, Dior un Dios y la personalidad propia un pecado.
Lo que mas me aterroriza sobre esto no es que se decida hacerlo puesto que los medios podrán decir y opinar sobre cualquier cosa, pero pocos convencerán y es en si la efectividad que tienen estos en relación con la población, el como nosotros seres capaces de inteligencia y raciocinio nos dejamos llevar tan libremente, y si lo tomamos desde una perspectiva mas amplia no nos esta llevando a que todo sea beneficio, por que en realidad lo que todo esto nos dirige es a la insatisfacción de nosotros con nuestro aspecto y forma de llevar la vida.
Y lo mas triste de todo es que lo sabemos, pero no nos importa siempre y cuanto el YO si este dentro de esto y me proporcione algún resultado, todo habrá valido la pena incluso el haberle vendido el alma a un Valentino, perdón mi error El diablo.