Prólogo

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Una vez que el sol se asoma, un joven chico está preparado para comenzar su día.

Sale de su mediocre choza de madera, a por algo de recursos. Hoy el sol pega fuerte, pero hay una tranquilizadora brisa que hace el día menos caluroso. Tenía pinta de que la noche iba a ser fría. Tenía que prepararse.

Pieles, necesita más piel.

Coge su lanza, un simple palo con una piedra pulida, atada a este con fibras vegetales.

Se adentra en la isla, sus pies duelen al estar descalzo, pero está acostumbrado.

Divisa un ciervo a la lejanía, y se esconde tras un arbusto. Centra su mirada en este, parece viejo, pero su piel se ve muy caliente.

Apunta, y dispara.

Con la piel ya obtenida y la fibra, se sienta apoyado en el gran árbol al lado de su choza, y coge su puntiaguda aguja de hueso, y comienza a unir las pieles creando una especie de manta, o capa.

Aquello era lo que solía hacer para crear su ropaje. Cazaba a los animales más viejos, y usaba la piel de estos. La carne sobrante la aprovechaba para alimentarse.

Vestía con una larga camiseta o vestido de piel de ciervo, y tenía atada a su cintura una cuerda, hecha con fibras vegetales. Estas fibras eran muy importantes para él, con ellas podía hacer cestas, ropas, redes para pescar, e infinidad de cosas útiles.

Su estómago empieza a rugir. Necesita llenarlo. La carne quería dejarla para la noche, esa tarde comería pescado.

Cogió su lanza y comenzó a acercarse a la orilla, pero antes de llegar, su vista se centra en un bulto en la arena, y rápidamente se esconde tras unos arbustos.

Entrecierra sus ojos, para centrar más la vista en aquel bulto. No se mueve. Si no se mueve no intentará atacarle, ¿Verdad?. Tal vez era su día de suerte, y tendría más carne para alimentarse.

Se acercó lentamente, con su lanza levantada por si tenía que defenderse.

Para a un metro de aquel bulto, no se mueve, no va a atacarle, baja su lanza.

Ya está lo suficientemente cerca para ver lo que es. Se aproxima del todo, nunca había visto a un ser tan parecido a él. Lo agarra del brazo y lo saca de la orilla.

Sus rasgos son iguales a los suyos, pero su ropa no es la misma. ¿Qué clase de piel es esa?. Su ropa es rara, su pelo es muy corto y bien cortado. Huele a mar.

Su pecho se mueve y hecha aire por la nariz. Coloca la oreja en el pecho de aquel ser, hace pum pum.

No sabe lo que hace, solo se lo lleva a su choza.

Salvaje ×Chanbaek× (pausada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora