Cuento de buenas noches

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Érase una vez,

Los ojos más bonitos de toda España.

Pero no eran unos ojos normales.

Eran unos ojos con poderes mágicos,

Capaces de enamorar a todo aquél que osara mirarlos.

Por la noche;

Cuando hasta las estrellas cerraban los ojos,

Ellos seguían despiertos para iluminar el camino a todos los que en este se perdían.

Cuentan,

Que cuando la cara a la que pertenecían lloraba,

Eran capaces de conceder un deseo por cada vez que salía una lágrima,

Sin embargo,

Quien las poseía no tenía ni idea de ninguno de estos poderes;

Quizás por eso se ponía tan triste cada vez que se notaba los ojos a punto de inhundar.

Pero no os penseis que esos ojos solo sabían hacer eso.

También cantaban, y tocaban la guitarra, incluso, sabían llorar y escribir poesías;

Y aunque decían que sus palabras no eran ni la mitad de bonitas que otras,

Eran las más bonitas del mundo entero.

Tanto como su nariz o sus manos a media noche,

O la forma en la que tenía de abrazar,

O de bostezar, o de recitar.

Casi tanto como la manera en la que consiguen hacerme escribir esta clase de tonterías, solo para darte las buenas noches.

Buenas noches, ojos.

Versos -para el- co(n)razónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora