Love is Not Over ✿ 「TaeKook O.S」

Regresa a mis brazos

No habían pasado más de tres meses desde que me había ido de Corea.

No me podía quejar, realmente me la estaba pasando de lo mejor con Jin y JiMin.

O eso quería creer.

Si bien las primeras semanas estaba completamente bien, me divertía en Tokyo con mis mejores amigos. Salíamos a comer, a pasear, a visitar lugares de Japón, nos divertimos mucho.

Pero sin quererlo todo me recordaba a TaeHyung, absolutamente todo. Me ponía demasiado triste el recordarlo a él y nuestra ruptura.

Por lo que aún después de tres meses y medio de que lo dejé me sentía igual o peor que antes.

En ese momento me encontraba en la cocina de la casa que había rentado Jin para nuestra estadía. Nos planeábamos quedar unos cinco meses. Miraba mi cena perdido en mis pensamientos, sólo se escuchaban las manecillas del reloj en el lugar.

No tenía idea de donde estaban mis amigos, di un suspiro elevando mi mirada al cielo que se podía ver por las puertas de cristal que daban al jardín trasero. Estaba atardeciendo, el cielo estaba entre lila, rosa y naranja...

La larga noche te está siguiendo mientras fluye. El tiempo te sigue y se desvanece...—Love is Not Over (BTS)

Me encontraba caminando con TaeHyung por las calles que daban a mi casa. Estaba atardeciendo, el cielo tenía colores lilas, rosas y naranjas suaves.

Platicábamos de cómo nos había ido en los exámenes.

Tenía dieciséis años en ese entonces y él tenía diecisiete.

Reíamos y hacíamos bromas mientras caminábamos, sostenidos de la mano con una que otra mirada extraña puesta en nosotros

Pero nosotros ignorando olímpicamente todo.

—¿No te gusta cómo se ve el cielo cuando atardece?—pregunté de la nada mientras miraba arriba.

Él me imitó.

—Sí, es muy bonito...—contestó dejando de mirar el cielo y enseguida mirándome a mí,

Hice lo mismo y nuestras miradas chocaron, me sonrojé un poco, su mirada llena de profundidad dirigida a mí me ponía nervioso.

Apenas llevabamos medio año saliendo.

—¿Qué miras?—bajé la cabeza con un fuerte rubir en mis mejillas.

—Tú eres aún más bonito que el cielo...—lo oí decir. No pude evitar dar una risita nasal y sonreír como idiota, pero sin mirar sus ojos. Me solté de él y lo empujé levemente mientras me abrazaba a mí mismo.

Él soltó una carcajada y enseguida me abrazó por la espalda.

—Tae...—mi nerviosismo aumentó cuando depositó un casto beso en mi nuca, rozando la piel de mi cuello.

—Te amo, Kookie...—dijo dejándome algo sorprendido, era la segunda vez que me lo decía.

Pues sabía que antes me incomodaba un poco, ya que nunca nadie me lo había dicho con romanticismo.