Los rayos y la lluvia caían a través de la ventana, al igual que las lágrimas brotaban de sus ojos y caían mojando al suave edredón que lo cubría del terrible frió.
Lo sabía, él tendría que haberse puesto los tapones para los oídos y ahora no serviría de nada hacerlo, tal vez no escucharía como el viento azotaba las paredes de la casa, pero no pegaría un ojo sabiendo que una terrible tormenta cubría todo Busan.
Soltó un chillido cuando la luz de un relámpago ilumino toda su habitación, rápidamente se cubrió con el edredón y sus pequeñas manitas taparon sus oídos para no escuchar el ruido del rayo que cayó segundos después.
Aún recuerda como comenzó a tenerle terror a las tormentas, tenía alrededor de once años cuando inicio, estaba en su escuela primaria y el cielo estaba nublado con una gran probabilidad de tormenta.
Caminaba por los pasillos del instituto cuando unos niños mayores que él lo empujaron al suelo, haciendo que sus manitas y rodillas le duelan por el duro impacto. Ese día lo golpearon como de costumbre lo hacían, pero con la diferencia de que los sonidos de los truenos y las luces de los relámpagos aparecieron mientras en un intento de cubrirse se hacía un ovillo en el suelo que se mojaba por las lágrimas que brotaban de sus ojitos.
Recuerda haber despertado en la enfermería de la escuela y que sus padres fueron por él, esta vez a sus agresores se les había ido la mano al dejarlo inconsciente, nunca habían sido más que golpes que lo dejaban adolorido e insultos que lo hacían sentirse triste e inservible.
Su madre lloro al ver a su dulce Jiminnie con un ojo morado, una bandita en su rechoncha mejilla, moretones violetas en sus brazos y con unas vendas en su abdomen por los golpes que recibió. Sus padres decidieron sacar a su hijo de esa escuela para que no vuelva a pasar por lo mismo.
Siempre lo molestaron por ser un niño delicado y amable junto al hecho de que era muy hermoso, generando envidia en los mayores por hacer que las niñas más lindas lo adoraran, lo golpeaban y lo insultaban para hacerlo pensar que tenía muchos defectos que debía cambiar.
Desde ese entonces lloraba cuando una tormenta aparecía, le había costado superar sus problemas con las pesadillas que se encargaban de revivir ese momento en su mente, pero el miedo a las tormentas jamás desapareció y su inseguridad creció con el tiempo.
Salió de sus pensamientos al escuchar el estridente ruido de un rayo impactando contra el suelo y se volvió a cubrir con el edredón color verde pastel y cerro sus ojitos con fuerza.
Asustado por la violencia de la tormenta salió de su habitación para ir a la de Jin que se encontraba en el piso de arriba. Solo debería caminar hasta las escaleras, subir por ellas y caminar un poquito más, nada pasaría.
El color abandonó su rostro y soltó un grito cuando chocó contra algo grande al salir de su habitación. Pero el susto se dispersó para abrirle paso a los nervios al ver con quien había chocado y sentir unas manos en su cintura haciendo que sus mejillas se enrojecieran.
– D-dios H-hyung me asusto – soltó el pequeño mientras trataba de no sentirse nervioso por el toque del mayor. Solo él tenía la suerte de tener que chocarse con la persona que le gusta, no quería que el mayor lo viera actuando torpe por su nerviosismo.
– Lo siento Minnie no quise hacerlo – Soltó el mayor con voz ronca seguro por el sueño – ¿la tormenta te despertó?
–S-si Yoongi hyu...– El ruido de otro rayo cayendo lo interrumpió y se lanzó a los brazos del mayor por el miedo.
El mayor abrazo sus caderas y sonrió dejando que el pequeño rubio se escondiera en su pecho.
–Lo siento h-hyung – soltó el menor separándose con las mejillas y la punta de su nariz rojas muerto de vergüenza.
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T O R M E N T A - Yoonmin-
Fanfiction"...El más grande de mis miedo le dio vida a un hermoso comienzo..."