Winter Day [Yoonmin]

Final

—Hyung está tardando mucho— Murmuró aquel pequeño pelirosa mientras miraba atentamente a la puerta, para el chico solo habían pasado un par de horas, cuando realmente había pasado una semana desde que estaba esperando.
No creo que le importe su duermo un poco,pensó dando un pequeño bostezo, sintiendo su cabeza punzar con más fuerza —Tal vez cuando despierte hyung ya esté aquí— Dijo antes de cerrar sus ojos, cayendo profundamente dormido.

Una extraña sensación le invadió, sintiendo una fuerte claridad antes de de sentir aquella suave y conocida caricia en su rostro, la cual le hizo abrir lentamente sus pequeños ojos.

—¡Hyung! — Chilló con felicidad al reconocer a la persona frente a él, quien le miraba con una amplia sonrisa y los brazos abiertos en su espera, donde no dudo en lanzarse, soltando un par de lágrimas al sentir su abrazo

—He vuelto Jiminnie, tal como te lo prometí— dijo el prelinegro mientras besaba una y otra vez sus rosados cabellos.

—Lo sabía, sabía que usted volvería— sollozo el más bajo, separándose un poco para poder observar el rostro del mayor, quien ahora hacia una mueca.

—Chimchim, yo ya no estoy ahí y no puedo regresar— Murmuró mirando con tristeza al menor, quien derramó un par de lágrimas

—Lo se, hyung, pero yo si puedo irme con usted— Dijo con una amplia sonrisa el pelirosa, sorprendiendo al mayor.

—No Jim... — no puedo terminar puesto que Jimin había cubierto sus labios con su mano.

—Nada hyung, quiero irme con usted, ya no quiero estar solo, ya no puedo vivir sin mi otra mitad, mi corazón ya no lo resistirá— Afirmó aún con su sonrisa y sus mejillas totalmente empapadas por las lágrimas que había derramado.
El mayor pareció meditarlo un poco hasta que simplemente asintio sonriente.

—Entonces, será una eternidad juntos— Sonrio el mayor, poniendose de pie junto al más chico.

—Una eternidad juntos, hyung— Sonrió ampliamente el menor, soltando su mano para ir en busca de aquella libreta que había sido su fiel compañera durante toda su espera. —Esta será mi última nota— escribió con rapidez algo, antes de dejar su libreta junto a la puerta y regresar donde el mayor, tomando su mano.

—¿Todo listo, Jiminnie? —Sonrió el mayor, girandose un poco para dejar un corto beso en los regordetes labios de su esposo.

—Todo listo, hyung— sentenció el menor con una amplia sonrisa, besandolo de nueva cuenta antes de ambos salir de aquella casa que había sido fiel testigo del amor de ambos jóvenes.

Falta el epílogo \(°o°)/