Hay algo aterrador en pensar que existen otros catorce millones seiscientos cuatro futuros en los que han fallado. Que solo existe uno en el que han ganado.
Se pregunta, no por primera vez, en qué se diferenciaban todos esos futuros. ¿Eran detalles insignificantes o escandalosamente grandes los que cambiaban el curso?
A la larga, sabe que no importa. Strange no les dirá todo lo que hicieron mal, no hay tiempo para eso —¿Contarles podría ser también un detalle que altera el curso?—, y aunque Tony sabe que las probabilidades no están a su favor, tampoco significa mucho para él; las probabilidades nunca están a su favor.
Tony no sabe si ganarán en éste, o si perderán como en otros. Pero piensa hacer su mejor esfuerzo. Y aunque los autodenominados "Guardianes de la Galaxia" parecen a simple vista solo un grupo de idiotas, sabe que también lo harán.
Por otra parte, hay algo agradable en tener a alguien cuidando de su espalda. Strange, el niño, los guardianes. No son su equipo, Quill definitivamente no es Rogers —lo que es aceptable en este momento, incluso agradable—, pero están ahí, y eso significa mucho para él.
Mientras arman el plan, algo decente y que tiene algunas posibilidades de funcionar, Quill le sonríe. Gesticulando al improvisado equipo cada vez más confiado en su loco plan. Stark siente que su propia confianza aumenta a pesar de su renuencia. Él no puede evitar resoplar antes de hacer una leve mueca—sonrisa— de respuesta.
Stark no ve la expresión de Stephen, lo rápido que palidece al ver su sonrisa. Él no sabe que el presente que están viviendo ya está condenado al igual que su futuro. No sabe que esa sonrisa dedicada a Star-Lord jamás sucedió en el único en el que ganaron. No sabe que esto, ahora es otro futuro que su versión pasada verá fallar o ganar.
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Revisado por Estivaliz María
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I'm hooked on a feeling
أدب الهواةMi contribución a la StarkQuill Week. Conjunto de one-shot y drabbles no relacionados entre sí.