Grandísimo tonto [YoonMin] OS

Grandísimo tonto

Él es el típico chico malo, ella la nerd del colegio que se enamora perdidamente de él luego de aquella tarde que chocaron en el pasillo rumbo a la cafetería. Decir que tenía mala suerte sería poco. ¿De entre tantos chicos, por qué tuvo que fijarse en-

—Ahg, que asco ¿Ya, en serio? No puedo creer que un libro como éste sea tan popular. ¿Que tienen los adolescentes de hoy en día en la cabeza?

—Tú eres un adolecente, Yoongi.

—Sííí... —alargó la palabra, fastidiado—. Pero antes de leer algo así, me daría tres tiros en la frente.

—Pues... hipotéticamente hablando, eso no es posible, ya que luego del primer disparo, tu cerebro dejaría de funcio-

—¡Pues me las daría en las bolas!

—¡No seas dramático! —protestó el joven pelinegro que hurgaba entre sus apuntes—. Mejor ayúdame a buscar mi libreta maestra —chilló desesperado.

—¡Me limpié el culo con ella!

—¡Min Yoongi Rosito Montoya de la cruz del señor Jesucito, compórtate como un joven decente!

Yoongi hizo reventar su globo de chicle y sacó de debajo del almohadón del sillón, la libreta "maestra" que tanto protegía y atesoraba su mejor amigo, alegando que allí guardaba sus mejores tácticas para conquistar a las personas.

¿Cuántas tácticas habían funcionado?

Cero.

—Además... —habló Jimin de nuevo, luego de abrazar efusivamente su libreta, dando giros y saltos de felicidad—, eso también es teóricamente imposible. Luego del primer disparo, el cuerpo reacciona ante el dolor de tal manera que ni siquiera podrías sostener el arma para dar un segundo tiro. De hecho, siendo una de las zonas más sensibles del cuerpo, podrías hasta desmayarte y...

—Y justo por eso es que no tienes novia, tonto —concluyó el chico de hermosa sonrisa y perversa mirada, que sonrió al ver los labios fruncidos del otro.

—¡La tendré! Si tan solo-

—Si tan solo dejaras de leer estas ñoñadas, tratando de sacar tus "ideas" —dijo haciendo comillas— de allí, al menos ya habrías recibido tu primer beso.

—Cruel —puchereó tiernamente sentándose junto a su amigo para sumirse en su depresión, hasta que una brillante idea resplandeció en su cabeza —¡Ya sé! —chilló esperanzado, como si la mejor idea de todas hubiera caído del cielo directo a su cabeza.

—¿Qué? ¿Intentarás con Cincuenta sobras de ese wey? —se burló antes de bostezar, dejando ver hasta su última muela.

—Asco, no—hizo una mueca de repulsión antes de volver a sonreír—. Te conquistaré a ti. Quizás todas me rechazan porque no pueden con tanto de mí. Pero tú eres mi mejor amigo así que es obvio que estás a mi altura ¿no?

Yoongi curvó una de sus cejas y luchó con todo su ser para no reír.

—Qué honor —murmuró esperando que su amigo prosiguiera.

—Exacto —sonrió Jimin con suficiencia—. Te demostraré que esos libros sirven de algo.

El joven miró a su amigo con una expresión neutra, tratando de descifrar que tipo de animal se había comido su cerebro. Al final, sintió que reírse sería una gran falta de respeto a su enfermedad mental. Todo porque Namjoon, su hermano mayor, lo empujó de la cama cuando era chiquito. Suspirando con pesar, Yoongi terminó por tomar sus cosas y lo miró antes de salir para ir a clases.