One-shots Snowbarry

Después, algún día

¡Hola! No sé si son nuevos lectores, o si me han leído antes, pero no importa demasiado. ¡Bienvenidos a esta nueva aventura!

Le comentaba a una de mis lectoras que además de publicar mi primer one-shot Snowbarry, iba a publicar una votación. Y es que tengo varias historias a medias en borradores y alguna va a finalizar antes de «Abrazos, secretos y piezas rotas», porque tienen menos palabras y quiero que me digan su opinión sobre cuál preferirían ver primero. Sin embargo, tal vez no pueda hacerlo hasta mañana o dentro de unos días. Mientras tanto, los dejo con el one-shot. ¡Espero que les guste!

AU (No recuerdo si esto es más un What if): Wally no libera a Barry. Caitlin lo hace después de regresar y perder a Joe contra Zoom.

Nadie preguntó adónde iba. Tal vez debido a la situación en la que se encontraban, o porque nadie notó su ausencia. No podía culparlos. Después de que Zoom la llevara con él, tuvieron que acostumbrarse a no tenerla a su alrededor. Fuera cual fuera la razón, no importaba demasiado. No cuando tenía cosas más importantes en mente.

Lo primero que hizo cuando regresó fue revisar las cámaras que vigilaban a Barry. Era obvio que seguía molesto por lo que le habían hecho, pero lucía resignado al hecho de que no lo dejarían salir. La máscara de su traje descansaba contra la parte trasera de su cuello y su cabello era un desastre. Caitlin colocó el vídeo de los últimos minutos en bucle para que nadie supiera lo que pasaría realmente —por un segundo, supo que le agradecería a Felicity por ello—, no queriendo que nadie en el Córtex escuchara lo que ella tenía que decir, ya que ni siquiera sabía qué palabras dejarían su boca.

Inhaló profundamente antes de entrar a la tubería. La vista en frente de ella era diez veces más devastadora de lo que vio en los vídeos de seguridad. Ahí estaba Barry, sentado en el piso. Piernas contra su pecho, la cabeza recargada en sus rodillas. Una mirada llena de dolor que ella no quería volver a ver en sus ojos.

Pero ¿qué estaba esperando encontrar? ¿Esperanza? No habría sido posible encontrar aquello. No cuando su padre acababa de morir, no cuando él creía que todo su equipo estaba en su contra. Además, él no sabía aún la razón por la que se encontraba ahí. Maldición, ni siquiera ella estaba segura de saberlo.

—¿Qué estás haciendo aquí, Caitlin? —él preguntó, cerrando los ojos como si el cansancio hubiera ganado una batalla interna—. No necesito tanta comida si no uso mis poderes.

No pasó desapercibido el hecho de que la llamara «Caitlin» y no «Cait». Pero, otra vez, ¿qué estaba esperando? Ella y el resto del equipo lo habían encerrado en una celda cuyo uso estaba siendo reservado para contener gente con malas intenciones. Habían traicionado a Barry.

Caitlin se sentó en el suelo frente a él. Barry no iba a tener otra elección excepto escuchar lo que tenía que decir, pero tenía la esperanza de que realmente la escuchara.

—Sé que en este momento nos odias, Barry, y no te culpo por ello. Creo que me sentiría igual que tú si estuviera en tu lugar. —Ella negó con la cabeza—. El punto aquí es que yo estuve en tu lugar. No me refiero a estar encerrada ahí, sino al hecho de que me sentí de la misma manera en la que te encuentras ahora. Aferrándome al enojo para ignorar todo lo demás... y eso no funciona. No lo hará. Solo... mira dónde me dejó. Cuando te conocí, y antes, en estas últimas semanas... —Tragó saliva con dificultad—. Antes de que Jay me llevara con él. No importa cuánto quieras contenerte en tu caparazón, Barry, se va a romper.