Keyla.
Me toco los labios recordando ese beso, el beso que me puso a mil y sentí una sensación que admito que nunca la había sentido.
Te he besado para que te calles.- esas fueron sus palabras al terminal aquel beso. Resulta que me dijo que no hablara con nadie sobre el.
¿Acaso tengo que decirle al mundo que me ha propuesto sexo? Idiota.
El timbre comenzó a sonar y me levanté con una increíble pereza de mi cama.
—¿Qué haces aquí?— me crucé de brazos al verlo.
—Se te quedó algo en mi auto.— me observó de arriba abajo. —Linda blusa.— mis mejillas se pusieron rojas y me hice a un lado para que pasara.
— A la persona que menos imaginaba ver era a ti.— Susurré y acomodé mi cabello para que ocultara el hecho de que mis pechos se transparentaban.
Sacó un pendiente de su bolsillo y me lo pasó. —Debió de caerse o algo.— se acercó mas a mí. —¿Haz pensado lo que te dije?— debo admitir que lo he pensado mas de la cuenta, aún recuerdo las palabras de Alexa ya es hora de que tomes riesgos. No le he comentado nada acerca de Rowan pero al ver que anoche me fui con el, luego me llamó. —Piensas decirme o te quedarás ahí viendo mi cara.— colocó sus manos en mi cintura.
—Sexo sin compromiso.— reí. —¿Por qué yo?— El rodó sus ojos y acercó su boca a la mía, respondí aquel beso, su lengua quería entrar y le di el paso.
Sus manos bajaron hasta mis nalgas, me levantó haciendo que mis piernas lo rodearan. —Espera.—Susurré, mi respiración estaba agitada. —No tendré sexo contigo— no estaba segura de si decirle o no.
—¿Volveremos al mismo tema?.— dijo mirando mis labios.— pero no te obligaré a nada.— me recostó en el sofá y en el momento que comenzó a besar mi cuello y tocarme sentí que debía de decirlo.
—Soy virgen.—traté de que sonara los más bajito posible.
Rowan se separó de mí y me observó confundido.— Lo debí suponer por tu actitud.— se levantó de encima mío.
En este momento me sentía ridicula debo admitir. Permanecí en silencio en espera de algún otro comentario de su parte pero este solo se quedó observándome muy detalladamente. —¿Qué?— lo miré tajante.
Acomodó su ropa y pasó una mano por su cabello peinándolo. —No creo que sea lo correcto que hagamos esto, creo que eres de esas chicas que se enamoran fácil y yo no estoy buscando nada de eso.— Que diablos, de sexo llegamos al amor.
—¿En qué momento he demostrado estar enamorada de tí? Porque yo no lo recuerdo.— crucé mis brazos, en este momento estoy bastante enojada.
—No quiero decir eso.— susurró. —Sólo no quiero que luego vaya a pasar.— se acercó más a mí.— Pero si estas segura que nada de eso pasará, podemos intentarlo.— Su voz sonaba ronca y eso me gustaba.
Me colocó sobre su regazo y comenzó a besarme en la boca para luego besar mi cuello, una de sus manos se coló bajo mi blusa y fue subiendo hasta tocar mi pecho derecho, pude sentir la sonrisa que salió de sus labios al escuchar un leve jadeo salir de mis labios. —Vamos a tu habitación.— lo guié hasta la puerta y cuando entramos no dudó un segundo en llevarme hasta la cama donde debo de admitir que la cosa se puso mas caliente.
Se quitó su camisa y seguido fue a quitar la mía donde se detuvo a ver mis pechos para luego comenzar a besarlos.— Me gustan.— lo escuché murmurar. Mis manos se enredaron en su cabello, una de sus manos fue hasta mi parte íntima donde comenzó a tocar por encima de mis bragas. —Estas muy mojada.— sus largos dedos estaban haciendo su trabajo muy bien allí debajo mientras yo soltaba unos pequeños gemidos de placer. —¿Te gusta?— su voz sonaba mas ronca de lo normal.
—Si— gemí al sentir que introdujo sus dedos en mí. Terminó de desnudarme para entonces comenzar a quitar lo que le quedaba puesto hasta quedar completamente desnudo.
No pude evitar sonrojarme y verlo así.
Pienso que esto me va a doler bastante.
—Tranquila, no seré brusco.— dijo mientras se colocaba un preservativo.
— Puede que al principio duela un poco pero pasará.— Dijo cuando volvió a estar encima mío. Comenzó a besarme y sentí como lentamente estaba entrando en mí.
—Estas muy apretada.— lo escuché gemir.
Eso me hizo olvidarme un poco del dolor.Luego de un rato comencé a sentir placer pero el dolor no terminaba por completo, me estaba gustando mucho esa sensación nueva en mi cuerpo.
Cuando Rowan llegó al orgamos encerró su cabeza en mi cuello
—Me gusta tu cuerpo.— le escuché decir al momento en el que se levantó y comenzó a vestirse.
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Lovers
RomanceSi hubiese imaginado que por más que me esforzara en mantener un contacto con una persona todo acabaría destruyéndome a mí, me hubiese alejado en ese mismo instante y de esa manera esta historia sería diferente. Muchas veces nos destruimos por comp...