Estoy acostado justo en la cima de esta colina con Samanta recostada en mi pecho, parece que está a punto de dormirse, será mejor que no la moleste y la deje descansar un rato, dijo que había tenido un día muy ajetreado, supongo que, por trabajos de la universidad, yo en cambio, por suerte o por desgracia aun no estoy estudiando en la universidad.
Estoy recibiendo una llamada, ¿qué razones tendrían para llamarme a la una de la mañana?, aunque yo estoy acostado en una colina, supongo que esto es más raro aún.
- ¿Hola?, ¿con quién hablo?
- Hola, hola – suena una voz algo desesperada
- ¿Sí?, ¿diga?, ¿en qué puedo ayudarle?
- ¿Sí?, ¿con quién?
- con Envry, ¿en qué puedo ayudarle?
- No, lo siento, numero equivocado. – a colgado la llamada, era una voz masculina, aunque por alguna razón jadeaba demasiado y pareciera que estuviera corriendo, pues se escuchaba el viento muy fuerte, sin mencionar los pasos.
- ¿Quién llamaba? – preguntó Samanta
- Oh, lo siento, no era nadie, solo un numero equivocado
- Tengo un mal presentimiento
- ¿Por qué lo dices?
- No lo sé, es como si algo malo fuese a ocurrir – ¿Qué clase de cosas pasarán por su cabeza?, mi teléfono suena. Es mi padre.
- Hola padre, dime.
- Hijo, necesito que regreses ahora mismo a la casa – gritó algo estresado, ha de ser porque no lo he llamado en todo el día.
- Está bien, dejaré a Samanta en su casa y llegaré allá sobre la una y media.
- Ah, estás con ella, dile que venga acá contigo, llamaré a su casa, es verdaderamente urgente que vengas – dijo algo histérico.
- Ok le preguntaré
...
- Dijo que está bien.
- Vale, ven rápido, ten mucho cuidado, los conductores y en especial los taxistas parecen estar muy desesperado.
- ¿Por qué?, ¿qué pasa? – cuelga, debe ser algo muy urgente para que reaccione de esa manera.
Samanta y yo nos hemos subido al coche, nos ponemos el cinturón de seguridad, enciendo el coche y arranco.
- Debe estar muy enfadado contigo – dijo Samanta y luego emitió un pequeño bostezo.
- No – dije dudoso – de seguro solo es algo urgente que no podía contarme por teléfono.
- si tú lo dices – dijo indiferentemente.
Miro mi reloj unos segundos, son la una y trece de la madrugada, ha pasado muy rápido el tiempo, faltan aproximadamente 15 minutos para llegar, iré lo más rápido posible.
...
Eh llegado a mi casa. Golpeo la puerta y mi padre me abre rápidamente y me dice desesperado que me siente en la sala.
- ¿Qué pasa? – dije con duda - ¿por qué estás tan alterado? – me siento y dejo que mi padre me hable.
- Mira hijo, lo que te voy a contar es grave. Por cierto ¿y Samanta?
- Está bajando las maletas de nuestro día de campo, me dijo que yo hablara contigo ya que parecías muy desesperado.
- Está bien hijo, hoy me citaron a la Base principal, entre toda la conmoción el General fue a dar un discurso el cual nos tuvimos que tragar durante 3 horas, finalizando ese discurso dijo que tendríamos que levantar armamento militar, que una posible guerra se avecinaba y que armaremos trincheras en cada frontera, dijo que nadie podrá entrar ni salir del país, así que tengo que ir a Cuneo (Italia). – Cuneo queda muy lejos, ya que vivimos en Cosenza. – Hijo, te quedaras solo durante bastante tiempo, he dejado suministros en el sótano para mas o menos un año o dos. Hijo por favor, hagas lo que hagas, ten mucho cuidado con las personas.
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EN EL OJO DE LA GUERRA
General FictionEnvry un joven de 18 años, se ve en una de las peores situaciones por las que puede pasar un joven de su edad, su vida dio un giro inesperado cuando se da cuenta de lo que está pasando, la historia consiste en un futuro postapocalíptico donde la gu...