Un hombre positivo.

10 2 2
                                    


Nunca me he considerado un hombre con suerte, de hecho, lo mejor que me pasó fue conocer a mi esposa y tener a mi hija, claro que nació luego de varios intentos, y mis primeros 15 hijos murieron antes de nacer; y cuando esta nació mi esposa murió... aunque siempre fui un hombre positivo.

Disfruté el tiempo con mi esposa y amo a mi hija mas que nada, claro, a veces se mete en problemas o rompe un par de cosas, pero así son los niños ¿no?

Vivo en un lugar alejado de todo desde que mi esposa murió. No diría que es en medio del bosque aunque si, esta muy cerca de uno. Voy una vez al mes a la ciudad a comprar comida y cosas para mi hija, nuestra gata y para mí.

Nadie entiende porque dejé mi espectacular sueldo de gerente de banco por una vida de, como lo diría, hippie. Todos creen que enloquecí luego de que mi esposa murió, pero la verdad es otra.

Soy un hombre positivo con muy mala suerte, tanta mala suerte que mi madre no apoyaba a la única mujer que me amó, que no fuera a mi boda porque me odiaba a mí y a ella y se haya suicidado nada mas ni nada menos que chocando un auto en la iglesia donde se estaba celebrando la boda.

Me hubiera gustado que conociera a nuestra hija, pero sabiendo como era no la hubiese aceptado. Ella solo odiaba a mi dulce esposa porque me hacía feliz... y mi madre sólo quería hacerme feliz ella.

Mi madre era muy...promiscua en la adolescencia. Mi padre era su profesor de matemáticas y ella lo incitaba siempre, se subía la falda, se abría el escote, le daba notas eróticas entre la tarea, todo eso hasta que un día se quedaron solos en un aula y bueno... a él no le importó estar casado y tener hijos poco menores que ella. Se la cogió varias veces, hasta que nací yo. El no quería al bebe así que decidió abandonarla.

Sola, con un bebe y sin apoyo ella hizo lo que pudo... y lo que le gustaba.

Sexo con múltiples hombres ¡y por dinero!

No diría que crecí en las mejores condiciones ni nada parecido, ver infelices entrar y salir del cuarto de mi mamá era horrible... pero eso no era lo peor.

Ella tenía miles de hombres pero no le alcanzaba, ella quería uno más...

Abusó de mí mucho tiempo, decía que me amaba, que era la viva imagen de mi padre. Ella decía que él estaba muerto, aunque en muchas oportunidades lo vimos paseando con su esposa e hijos.

Lo sé, esto parece una historia trágica que ya no tiene sentido pero así fue mi vida.

Soy un hombre positivo. A veces pienso que demasiado.

Pero esta historia no es de mi infancia, si no más bien una búsqueda.

De mi hija.

Y mi esposa.

Un día mi esposa me contó el sueño recurrente que tenía antes de perder a nuestros hijos. Ella me contaba de una cafetería de muerte, con gente torturada y fetos colgando, todos los clientes que ahí estaban tenían una especie de menú, forrado con piel humana, el cual tenia fotos de personas, bebes e incluso embriones; y junto a ellos sus nombres. Me contaba que siempre veía la misma imagen, el menú abierto sobre la mesa, con la mano de una mujer señalando la foto de nuestro hijo no nato. Luego de eso despertaba llena de sangre y daba a luz un bebe deforme y muerto.

Esa era nuestra cruz.

Mi cruz mejor dicho.

Siempre fui ateo y racional, lo malo de eso es que nunca tuve a quien rogarle.

El día que mi hija nació fue el día más feliz de mi vida. Era tan hermosa... tan perfecta... tan mortal.

Al nacer una murió otra.

Mi esposa apenas pudo ver a nuestra bebe antes de morir. Según los médicos, por razones "confusas".

Volví a mi casa, solo y con una bebé... aunque en realidad nunca estuve 100% solo.

Sentía que algo me vigilaba día y noche, a toda hora... pero eso no era lo peor.

Cada noche exactamente a las 00:00 alguien tocaba a mi puerta, cada vez mas fuerte, casi parecía que iba a tirar la puerta abajo. Nunca supe que o quien tocaba la puerta de mi departamento, ni porque ningún vecino lo había escuchado, pero no lo pude soportar mas.

Y por eso mi querido lector es que decidí vivir en la orilla de la civilización, creí que así ese ser nos dejaría en paz a mi y a mi bebé, pero no fue así.

Me fui acostumbrando con los años, 10 para ser exacto. Mi hija nunca se entero de nada, ya que antes de las 12am se dormía y su cuarto estaba blindado contra el ruido. Ya era costumbre cerrar la puerta con las 11 cerraduras que compré.

Hasta que un día...

Tenia que ir a la ciudad por unos días y no podía llevar a Alma conmigo, así que arreglé todo para que mi pequeña se quedara sola esos días y, obviamente, le remarqué que debía cerrar la puerta con las 11 cerraduras, ella dijo que si, confié en ella...

Soy un hombre positivo pero ese fue mi mayorerror.    

Como ir al infierno con un AnónimoWhere stories live. Discover now