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JungKook observó todo a su alrededor, maravillado. La habitación de TaeHyung estaba un poco de desordenada, lo cual, calzaba a la perfección con la esencia del mayor; aun así, en el dormitorio aun se podía notar la leve presencia femenina.
Inconscientemente su mirada se dirigió a la cama matrimonial, preguntándose la cantidad de veces en la que aquel objeto había prescienciado los actos íntimos realizados por la pareja. Su expresión decayó al imaginarlo.
El sonido de la puerta siendo cerrada provocó que se saltara de la impresión, se giró para ver a TaeHyung quien le devolvía la mirada preocupada.-¿Pasa algo JungKook?-Inquirió acercándose al menor, acarició con sus largos dedos la mejilla del pelinegro con suavidad.
JungKook tragó grueso, la manzana de Adán deslizándose.
-Tae, no creo que... -titubeó al sentir el cuerpo del castaño pegado al suyo, la gran mano de TaeHyung buscó su lugar en su cintura. El toque del mayor tenia un efecto hipnotizante sobre él- Esto, esto...
-¿Por qué piensas tanto y no disfrutas? -La voz ronca demandó con lujuria impresa en sus orbes avellana, JungKook tembló levemente al sentir los suaves labios sobre la sensible piel de cuello, arrancándole un suspiro de placer.
-No se trata de eso -replicó a duras penas, luchando con la gran necesidad de besar los labios del mayor. Quería paladear su sabor, sentirlo un poco mas intimo-, me refiero a que podrían descubrirnos.
TaeHyung negó con sus ojos fijos en los labios ajenos.-No te preocupes, todo esta bajo control.
Acto seguido se abalanzó sobre JungKook, estampando sus labios con los ajenos. Había esperado lo demasiado para probar el afrodisíaco sabor del menor de nueva cuenta, si seguían así no podría contenerse. Llegar mas allá era una tentación poderosa para él, ser el primer hombre de JungKook sólo provocaba un instinto primitivo que no había experimentado antes.
Consciente de los riesgos decidió mandar todo al carajo y guió sin romper el beso a JungKook hasta la cama, depositándolo con rudeza mientras rompía el beso.
En cuarto se llenó de los sonoros jadeos de pasión pertenecientes a ambos quienes se hallaban demasiado extasiados con la presencia del otro como para notar la posición en la que estaban; con Jeon bajo el cuerpo de TaeHyung, tomándolo de la camisa para jalarlo en un nuevo beso.
Las grandes manos escurridizas e inquietas de Kim no se resistieron ante la tentación de contornear la perfecta figura del cuerpo bajo él, tocando todo lo que estaba a su alcance de la anatomía de JungKook.El pelinegro se aferró a la cabellera del mayor, halándole hacia él para profundizar más el beso mientras no podía evitar sonidos de excitación al sentir el placentero toque de TaeHyung.
Todo rastro de preocupación desapareció de sus hombros, en ese momento solo quería entregarse al mayor. La razón estaba dejándolos solos a ambos en aquel espacio de cuatro paredes.
Pero no todo era perfecto; puesto que pronto se escuchó el ronroneo de la manija al ser girada, disparando la adrenalina y nerviosismo en ambos, ocasionando que ambos se separaran con rapidez al escuchar que la puerta se abrió de repente. Revelando entonces a un pequeño niño de tan sólo 8 años con un cuaderno en manos.-¿Papá? -Preguntó parpadeando con confusión, estaba seguro de que había logrado captar a su padre sobre el invitado pues su padre sólo jugaba de esa forma con su madre. Inclinó la cabeza para luego sonreír con inocencia, él también quería jugar con ambos- ¿Puedo jugar con ustedes también?
TaeHyung suspiró con nerviosismo, tratando de ignorar el notable bochorno reflejado en el rostro de JungKook.
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