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Narrado por Eren:
Estábamos con Mikasa esperando a los de la Legión de reconocimiento, nuestros héroes, se ven realmente decididos a darse en cuerpo y alma hacia la humanidad, algún día quisiera ser como ellos.
De pronto, sonó una campana realmente fuerte, ¡Al fin habían llegado! Brinque de la felicidad y ví bastantes rostros deprimidos, muchos cuerpos en una carretilla, no era muy buen momento.

- No veo a mí hijo en ningún lado, ¿Dónde está?- Pregunta angustiada una señora.
- traiganlo.- De la nada, un hombre trae una cosa larga y ancha cubierta en vendas.
La señora destapa las vendas y en todo un chorro de sangre se encontraba un brazo cortado por la mitad.
Su rostro decía más que mil palabras, esa mujer deseaba con todo su corazón exterminar a todos los titanes. Con el corazón hecho pedazos, ésa mujer se alejó con el brazo en manos y partió hacía su casa.

Me sentí realmente mal, pero igual quiero entrar a la legión de reconocimiento.
Horas después, se empezaron a escuchar gritos de terror cerca de mí hogar, salimos a ver que era con Armin y Mikasa.
Lo que vimos, realmente nos dejó paralizados. Era un titán más grande que nuestra muralla "María" Y eso era imposible... la muralla mide 50 metros, eso significa que... ¡¿ Éste titán mide más o menos de 60 metros !?
Nos quedamos en shock durante unos minutos hasta que éste titán empezó a mirarnos a todos, y con una fuerte patada abrió pasó a los demás titanes.
Corrimos hacía nuestra casa y mí madre estaba aplastada por los escombros.
- ¡Mikasa! ayúdame, tú ve de ése lado yo de este, tenemos que levantar el techo.- Dije en un gemido de dolor al intentar levantar el techo junto a Mikasa.
- Eren, lárgate, corran, cuida a Mikasa por favor... por una sola vez hazme caso, será imposible que me saquen de aquí ustedes dos solos, y si pudieran no podría caminar porque los escombros me dejaron hechas pedazos las piernas, dejen de perder tiempo y escapen...
- No madre... te llevaré alzando si es necesario, pero no te dejaré aquí.
- ¡Eren! ¡Hazme caso...!

Mis lágrimas brotaron rebeldes por todo mí rostro y del techo de una casa bajó rápidamente Hannes.
- Hannes, llévatelos a los niños de aquí.- Pide mi madre entre un sollozó.
- No me subestimes Carla...- Dice Hannes con una sonrisa y se acerca hacía un titán sonriente que venía directo a nosotros.
De pronto Hannes para y observa que le temía al titán, Nos agarró a nosotros dos y nos llevo corriendo.
- ¡Hannes, maldito estúpido! ¿Que haces? podríamos haber salvado a mí madre.
-No Eren.- Dice Hannes mientras corre a una dirección, yo estaba mirando atrás, viendo a mi madre en llanto.
- ¡Mamá!- Grité y empecé a llorar.
- ¡Eren! ¡Mikasa! No os vayáis...- Grita mi madre y el titán la agarra.
- ¡NO!- Grito y extiendo mi mano.
Éste titán corta por la mitad a mi madre y le da un mordisco frente mis ojos.
- ¡LOS MATARÉ A TODOS!- Grité con fuerza y empecé a dar golpes hacía Hannes.
- No podíamos salvarla porque no somos fuertes, somos débiles, si yo no pude tú, menos.- Dice Hannes convencido y seguimos corriendo.

°∆°Juntos de por vida°∆°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora