Capítulo 14. "Cuidado con las apariencias"

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—¡¿Astrid?! —preguntaron los chicos sobre la tarima.

La chica se detuvo justo en medio del campo de Tourney, ella parecía haber corrido por mucho tiempo para llegar hasta allí. Su rostro estaba rojo, y algo sudado, se veía agotada, a punto de de parecer que iba a desfallecer en cualquier momento.

Todos los chicos y chicas permanecieron en un silencio, chicos de la Isla, chicos de Auradon. Todos miraban fijamente a la princesa, como si ellos estuviesen hechizados, viendo una maravillosa fantasía hecha realidad frente a ellos.

—Astrid... —murmuró Ben casi petrificado justo en frente del micrófono por lo que todos pudieron escuchar.

La princesa les dio una sonrisa de alivio a sus amigos frente al escenario.

—Hola, chicos —dijo ella alzando una mano— Volví...

Entonces el campo estalló en vitoreos, todos los chicos y chicas de Auradon aplaudieron y celebraron. Los chicos de la isla de los perdidos simplemente estaban congelados ante eso.

¿Cómo era remotamente posible que ella estuviese ahí en Auradon?

Ben se bajó del escenario corriendo y directo a donde su hermana estaba, seguido de Melody y Chip. Mal, e Evie fueron algo detrás del rey de Auradon.

Carlos seguía plantado en toda la punta de la escalera, aquella visión. Estaba seguro que sí pudiese llorar estaría llorando en aquel momento y corriendo justo a ella también, pero su asombro era mucho más grande que otra cosa.

Ben atrapó a su hermana entre sus brazos. Sintiendo como un nudo se le formaba en la garganta, entonces notó que era real, y se apartó un poco de ella.

—¿¡Cómo es qué estás aquí!? —Ben apretaba las mejillas de su hermana, tratando de convencerse que no era ninguna ilusión aquello.

Astrid rió.

—Es una larga historia —Dijo ella—. Pero pude escapar de ellos antes de que pudieran hacerme algo.

—¿Segura que estás bien? —preguntó Ben, ella asintió.

—¡Astrid! —la voz de Evie se hizo presente. Ben retrocedió para darle espacio a la peliazul, quien saltó sobre la castaña.

—Evie, también me alegra verte de nuevo —dijo la princesa dando unas palmadas en la espalda de la peliazul.

Lonnie, Jane, Doug, Dan, Jace, Pearl y Terrence también se les unieron, cada uno abrazando a la princesa de Auradon con alegría y alivio de verla de vuelta, preguntandole como era que estaba de vuelta.

Entonces fue el turno de Gabe, Jay, Holly y Harriet. Ambas chicas se alegraron de ver a la castaña. Gabe sonrió y la abrazó fuertemente para levantarla del suelo por un momento, cosa que la hizo sonreír bastante. Jay le dio un beso en la mejilla y sacudió su ya despeinado cabello.

—Esperen un segundo, ¿qué pasó aquí? —preguntó Astrid entonces pareciendo darse cuenta de los hijos de los dioses y Hércules, los cuales tenían entre ellos a un Hadie todavía inconsciente.

—Princesa —dijo Herkie en voz de todos—. Acabamos de recibir un ataque de un titán en la sala de los dioses.

Eso hizo que la princesa alzara las cejas de la sorpresa.

—¿Quién es él? —preguntó ella mirando al peliazul.

—Es el hijo de Hades, Hadie. —dijo Holly.

—Cuando te tenían atrapada, ¿no escuchaste nada con respecto a eso, o sí? —preguntó Jay.

—Ah no. —Dijo Astrid frunciendo el ceño—. Y ya veo en que problema estamos.

Entre Rosas Y Espinas [Disney Descendientes/Carlos De Vil] LPDA3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora