NUEVE;

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Sintió los brazos de Hoseok rodear su torso. –Vamos Thalía...–El chico trago con fuerza mientras acariciaba la espalda de la morena con el fin de reconfortarla. –Seguro que encuentras a tu alma gemela. –Mintió. –No te preocupes. –Hizo más fuerte su abrazo, pero Thalía se zafó con rabia de sus brazos.

–¡No! ¡No, joder, no! –Volvió a sollozar y lanzó el vaso en el que aún quedaba algo de cerveza contra la pared. –¡Estoy harta de esta puta mierda! –Elevó la voz y Hoseok la vio preocupado desde el sofá. –¿Por qué mi marca tiene que ser diferente? ¿Por qué soy yo la que no va a poder reunirse nunca con su alma gemela? ¡No lo entiendo! –Ahora fue ella la que se lanzó a los brazos de Hoseok, este correspondió su abrazo y le abrazó con fuerza mientras lloraba. Si seguía oyéndola iba a explotarle el corazón. El sentimiento de culpa resultaba explosivo mezclado con el llanto de la chica.

–Ya...–Pasó las manos por el pelo de Thalía. –Tranquila...–Susurró.

–No lo entiendo, no lo entiendo...–Repetía una y otra vez. –No conozco a esa persona, pero la añoro y la amo con mi vida joder. –Enterró la cabeza en el cuello del chico y siguió llorando. Nunca había sentido algo tan doloroso como saber que le sería prácticamente imposible conocer a su otra mitad, ni siquiera aquella vez que se partió el brazo de pequeña le había dolido tanto. Se refugió entre los brazos de Hoseok, sintiendo algo mejor y a gusto.

–¿Por qué no salimos a tomar algo? –Sugirió Hoseok. Thalía lo miró extrañada.

–¿Salir? –Levantó la cabeza para mirarlo, tenía el rostro húmedo y enrojecido. –Pero es lunes, mañana tenemos clase.

–Da igual. –Hoseok se encogió de hombros aun con ella en sus brazos. –Salimos, bebemos un poco, nos olvidamos de todo esto y mañana a dormir. –Thalía frunció el ceño levemente. –No pasa nada porque no vayamos un día a clases.

–Pero el señor Andrews me va a pillar más manía. –Se quejó. –Y ya parece que me odia bastante.

–¡Que le jodan a ese viejo! ¡Vamos!

[...]

Thalía acabó accediendo a la oferta de Hoseok, quien tuvo que esperar un rato a que se maquillara un poco y se cambiara de ropa porque no iba a salir así.

Al momento, Hoseok y ella salieron de su departamento y caminando por las calles de la ciudad llegaron a uno de los sitios favoritos del chico.

–Seguro que aquí nos encontramos a Yoongi. Siempre está aquí. –Le dijo. Los dos entraron en el local y a Thalía le inundó una fuerte música, dedujo por la velocidad de los versos que se trataba de algún rap.

–¿Pero Yoongi mañana no tiene que ir también a la universidad? –Inquirió la morena. Hoseok le agarró del brazo y caminaron hacia la barra.

–Sí, pero eso no va a impedir que salga. –Se encogió de hombros apoyando el torso en la barra. A los pocos minutos, un barman se acercó a los dos para preguntarles qué tomarían. Hoseok se decantó por una cerveza, Thalía en cambio prefirió comenzar con algo más suave.

–Ponme una cerveza con limón, por favor. –Pidió elevando la voz para que la escuchara.

–¿No quieres nada más fuerte, chica? –Vaciló el barman. Thalía negó con la cabeza.

–Tal vez más tarde. –El chico de la barra preparó sus bebidas con rapidez. La chica lo miraba atenta; era alto, rubio y con un corte de pelo atrevido, dejando los costados de su cabeza rapados y el pelo del parte superior más largo. Tenía varios tatuajes por los brazos, entre ellos, un cuervo cerca de donde se podía leer el nombre de su alma gemela.

Hoseok y Thalía tomaron sus bebidas apoyados en la barra mientras conversaban.

–¿Vienes mucho aquí? –Preguntó Thalía. Hoseok asintió.

–Sí, vengo con Yoongi y ya sabes, me entretengo un rato con alguien atractivo. –Thalía rodó los ojos. El Hoseok que conocía.

–¿Alguien? ¿No conoces a tus víctimas? –Bromeó la morena.

–¿Para qué? Son ellas y ellos los que me buscan. –Se encogió de hombros dando un sorbo a su cerveza. –Conectamos miradas y sabemos al instante que buscamos lo mismo.

–¿No te importa el género de la otra persona? –Preguntó.

–¿Debería? Si es atractivo y besa bien, qué más me da lo que sea. –Thalía asintió. En eso llevaba razón. –¿Tu nunca has probado estar con alguien furtivamente?

–No. Le guardaba lealtad a mi alma gemela, ¿sabes? –Se tomó de un trago todo lo que restaba de líquido ámbar en su vaso.

–¿Le guardabas? –Hoseok levantó las cejas. –¿Ahora ya no? –La miró divertido.

–No. Que le jodan a ese o esa gilipollas que llevo en el brazo. –Hoseok soltó una carcajada. O había cambiado mucho en muy poco tiempo su manera de pensar, o se le estaban subiendo las cervezas. Thalía agitó el vaso vacío en el aire pidiendo más licor, esta vez atreviéndose con algo más fuerte. –Ahora me apetece probar cosas nuevas, ¿sabes? –Miró a Hoseok. –Si no voy a conocer a mi alma gemela, ¿por qué desaprovechar mis años de juventud sola cuando tengo toda mi vejez para acariciar el lomo de un gato pulgoso? –Tomo otro sorbo de alcohol que le quemó la garganta.

–Vaya, qué diferencia a la Thalía que conocí. –Hoseok se rio. –Esta me gusta más. –Thalía esbozó una sonrisa atrevida.

–Sí, ya tengo mi primera víctima en mente. –El castaño abrió los ojos sorprendido.

–¿En serio? ¿Quién? –Preguntó curioso y, aunque le costase admitir, ansioso por ser él.

–Yoongi.

Jung Hoseok ›› j.hsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora