Attis / Daniel (Nuevas Especies Fanfic #15)

15

Realmente no puede creer que las cosas vayan tan bien, primero su madre le dio la noticia que su tío abuelo Nathaniel sí había logrado averiguar algo del horrible sujeto que lastimó a Dora y Deo, sin embargo no fue lo suficiente y tampoco agradable, en todo caso puede que haya sido una mentira ¿verdad? Porque no tiene nada de lógica que su abuelo Gabriel conociera ese tipo de gente, además ¿por qué decir que lo había traicionado? ¿En verdad si abuelito había trabajado con ese tipo de gente?

Lamentablemente eso no se podría saber si era verdad o mentira, según Nathaniel su hermano jamás trabajó en ese lugar, que simplemente sabía de los voraces por un rumor o algo así, sin embargo nunca preguntó. Su tío abuelo sabe tanto de la vida de Gabriel, como la heterosexualidad. Solamente lo superficial.

Suelta un suspiro, antes de llamar a la puerta, la cual en pocos segundos es abierta por Susykyo, quien al verla le sonríe e invita a pasar.

— Buenos días, hermosa, ¿todo bien?

— Sí—se alza de hombros, sonriendo de lado. —, mi tío abuelo Nath ha averiguado unas cosas y, bueno, pueden ser de mucha ayuda para nosotros.

— He escuchado eso y me alegra bastante, ya es hora que vivamos solo con nuestros problemas, aunque es mucho pedir.

— ¿Por? —cierra la puerta tras de ella, pasando a la sala seguida por Susy y en el sillón individual se encuentra Jericho. — Hola, Jericho.

— Bienvenida, princesa. Daniel sigue en cama, ¿gustas irlo a despertar?

— Hmm, claro. — antes de avanzar, voltea a ver a Susy, quien se encamina a Jericho para poderse sentar en el regazo de este. — ¿Por qué es "mucho pedir"?

— Solo piénsalo, amor: no somos perfectos, nadie lo es. Siempre habrá problemas, pero es perspectiva de cada uno. Yo no era feliz antes porque pensé que mis padres habían muerto y me sentía culpable por ello, pues había sido Gabriel quien pidió ayuda y yo lo llegué a odiar, eso estuvo mal. Ahora tengo a mis padres, un esposo que amo y sé que me ama, y un hijo adorable y respetuoso, sin embargo sé que habrá peleas, sé que en algún momento algo me hará enojar. — hace una mueca graciosa, Damara solo la observa sin perderse cada palabra o detalle. — En pocas palabras, no hay perfección, mucho menos una felicidad completa. ¿De acuerdo? Solo es cuestión de vivir, ser feliz y respetar, aunque no todos sigan estos pasos.

Jericho asiente, antes de besar el hombro de su compañera y seguir leyendo un periódico, ambos creando una bella imagen. Ella asiente, pues de cierta manera ha entendido a lo que Susykyo se refiere. El ser feliz es cuestión de uno, el querer serlo es distinto pues intentaras llenar ese espacio vacío con cualquier cosa, incluso llegando a lastimarte. Hace un leve asentimiento antes de dirigirse a las escaleras y comenzar a subir, andando al cuarto de su novio.

Damara entra al cuarto con mucho cuidado de no despertar a quien duerme tan plácidamente sobre la cama, se detiene justo al lado de esta y sonríe de lado, antes de colocar la mano sobre la frente de Daniel, dándole así un sonoro y nada doloroso golpe. Los ojos del chico se abren rápido, le ve un momento con mucha sorpresa antes de soltar una risa baja.

— Dice Jericho que dejes de estar de vago. —Daniel niega con la cabeza, viéndola con una sonrisa traviesa. Damara arruga la nariz, pinchando el pecho del chico. — Vamos, no puedes dormir tanto.

— ¿Estás retándome? —la voz ronca adormilada de su novio le hace temblar, se oye tan sexy.

— No. —sin embargo, no es capaz de seguir ocultado la enorme sonrisa. Su chico frunce el ceño antes de sentarse en la cama, viéndola con una ceja arqueada. Ahora que la cobija se ha corrido, puede darse el lujo de ver el trabajado pecho de su novio. Vaya cosa más hermosa, en serio. Vuelve la atención a los ojos de Daniel, quien ahora le sonríe coqueto, la ha descubierto. — ¿Siempre duermes sin camisa?