Something just like this [YoonSeok]

[💕]

Something just like this
[YoonSeok]

—

«Tú puedes, venga, Min»

—¡Aquí!

Jadeante, con la respiración agitada se movió esquivando al muchacho de vestimenta azul que intentaba taparle. Su compañero de equipo al verle sin nadie marcándole lanzó el balón a sus manos.

«Es tu momento, impresiónalo»

Miró el aro, estaba tan cerca de él. A metros de su propia gloria.

Sus piernas se flexionaron, sus brazos se contrajeron. El salto fue dado, la pelota se soltó de él...

Y un jugador cerca de él que iba por la pelota resbaló, cayendo sobre él con fuerza.

El punto fue hecho, el balón cayó de forma perfecta dentro del aro, pero todo pasó a segundo lugar cuando Min Yoongi, el jugador del equipo cayó noqueado por el golpe que recibió.

—No estuvo tan mal —una hora después estaba sentado en la camilla del colegio.

Hoseok a su lado soltó una gran risa.

—Caíste desmayado y parece que tuvieras un mini Yoongi en tu cabeza —comentó su novio, dándole amorosas caricias en su cabello, lejos de la parte donde habían golpeado a Yoongi y le había quedado inflamado.

Las mejillas de Min pasaron un poco a rosadas, tartamudeó un poco al hablar nuevamente.

—B-bueno, se acerca Halloween, y puedo disfrazarme de Edward Mordake —masculló por los nervios que siempre producía Hoseok en él.

Jung Hoseok era demasiado precioso para su propio bien. Era sentido del humor, sonrisa de infarto, y con una pasión para el baile que volvía locos a chicos y chicas. Verle en sus jeans ajustado caminando por la escuela era la entretención de muchos, verlo con el cuerpo húmedo bailando una canción lenta simplemente podía matar.

Y estaba con él. Era novio de él: Min Yoongi, que no resaltaba en nada, ni deportes, ni notas, ni rap, ni belleza. ¡Nada! Un muchacho normal, que usaba ropa normal, algo tímido, y que jamás había tenido una relación antes de Hoseok «Que había sido novio del mejor jugador del equipo de Basquetbol de la escuela, Jiho».

Pensar en eso le hizo sentir pesadez, pero cuando las carcajadas resonaron a su lado volvió a la situación, viendo a Hoseok reír feliz.

—Eres un encanto, Yoongi —dijo con una gran sonrisa en sus labios, dejando las caricias en su cabello y pasando a tomar sus mejillas para atraerle a un dulce beso—. Lo hiciste genial hoy —susurró cuando se separaron un poquito, solo centímetros.

—Caí desmayado... —respondió sin poder ocultar la decepción en su voz. Él no se comparaba a los ex's de Hoseok, no podía... ser un gran jugador.

—Pero jugaste genial, y diste el ultimo punto —sin desanimarse ni un poco Hobi acariciaba sus mejillas—. Soy tu fan.

Las mejillas de Yoongi volvieron a colorearse mientras Hoseok volvía a unir sus labios en esos besos tan bonitos que le daba.

Bueno... Si lo decía así Gi podía olvidar su pena.

—

Se miró frente a el espejo, y realmente no se podía reconocer del todo.

Vestía jeans negros ajustados «muy ajustados», una... playera estúpida que usaría algún idol, y una chaqueta de cuero. Su cabello estaba peinado hacia atrás en aquel peinado de moda y, lo más importante, sus gafas no estaban por ningún lado.