~° Under The Rain (Rasmus y tu) The Rain

XXII

—Hey, ____.—despegué la mirada de mi café y miré a Jonas—. No es que extrañe al grupo ni nada pero... ¿No crees que deberíamos volver? Amaneció hace mucho...—

—¿acaso no soy buena compañía?—

—No digas tonterías, no me refiero a eso... ¿No te preocupa Noah?—suspiré.

—Es que... Aquí me siento en paz. Cuando volvamos, toda esta tranquilidad que tenemos desaparecerá ¿entiendes?—

—Lo entiendo.—miré como Jonas bebía su té con tranquilidad y sonreí.

—¿tú extrañas a tu amiguito?—el chico sonrió aún con la mirada en su taza.

—¿a Nick? Un poco, sí. Puede ser un fastidio a veces, pero es como mi hermano.—

—... pues terminemos de desayunar y volvamos ¿si?—el chico asintió con una leve sonrisa.

•○•

Menos de una hora después, ya estábamos en la puerta del búnker con nuestras mochilas al hombro.

—¿vamos?—Jonas palmeó mi hombro antes de comenzar a caminar.

—¿crees que están enojados con nosotros?—miré a Jonas—. Nos fuimos sin avisar.—

—Le avisamos a mi hermano y Patrick también sabía.—

—¿Y los demás?—me encogí de hombros

—No me interesa demasiado.—

—¿Y qué hay de Rasmus?—

—Lo que él piense de mi no me importa en lo más mínimo...—

—Es raro saber que ustedes son los únicos "inmunes" de la tierra y en lugar de llevarse bien, pelean por cualquier cosa.—lo miré.

—... A veces me gustaría que tú fueras el inmune ¿sabes? O que yo no lo sea, así estaríamos parejos.—Jonas sonrió.

—Pienso lo mismo.—

•○•

Ambos continuamos un buen trecho, hasta llegar al vecindario donde se encontraban los demás.
Estaba por finalmente salir del bosque, cuando Jonas me detuvo.

—¿escuchas eso?—

Ahora que le prestaba atención, se escuchaba el leve crujido de las hojas a unos metros de nosotros.
Jonas rápidamente sacó el revólver que traía en la cintura y apuntó hacia el origen de los ruidos, yo imité su acto.
Lentamente nos fuimos acercando hacia los ruidos, hasta que divisamos unas figuras moviéndose entre los árboles.
Jonas me miró con seriedad antes de apuntar hacia las sombras, pero cuando reconocí aquella rubia cabellera, le indiqué que bajara el arma.

—¡Hey, ustedes! Casi les volamos la cabeza.—llamé la atención de Rasmus y el otro, quien parecía ser Patrick.

—No creo que tengas tan buena puntería.—El castaño se acercó rápidamente con una sonrisa.

—¿quieres hacer la prueba?—

Patrick me abrazó levemente y luego a Jonas, pero Rasmus se mantenía a unos cuantos pasos.

—¿Y tú qué? ¿aún me odias?—fruncí el ceño.

El rubio se acercó rápidamente a mi y me rodeó en un cálido abrazo.

—Lo siento...—fue lo único que dijo.

Aún algo confundida, correspondí el abrazo. Patrick y Jonas se marcharon del lugar, dejándonos a solas.