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Narra Taehyung

Todo empezó en mi casa, acababa de salir de la escuela. No tenia problemas en la escuela la verdad era buen estudiante, buenas calificaciones. Era una persona agradable a vista de los demás, bueno, al menos así me describían mis amigos y compañeros. Pero eso no significaba que tuviera muchos amigos.

—¡Tae, vámonos ya! —vociferó mi hermana Lisa desde mi auto para que nos fuéramos, detestaba que me quedará hablando con mis amigos

—Un segundo— le respondí poniéndome mi mochila y despidiéndome de mi amigo Jimin —te veo al rato en el parque— le grite avanzando a mi auto sin mirarlo

—Claro, adiós— me contestó y se fue con su otro mejor amigo Seokjin

En el transcurso del auto pasamos frente a una casa que parece ser de ricos, era negra, lúgubre, abandonada, y descuidada, daba miedo hasta cierto punto. Con solo mirarla podías sentir una vibra negativa en tu cuerpo, no hacia falta entrar para sentir ese frío recorriendo su cuerpo.

—No vayas a esa casa Taehyung— advirtió mi hermana con un semblante serio

Ya me conocía perfectamente entonces sabia que me daba curiosidad.

—¿Por qué? —le pregunté por su modo de contestar

—Algo horrible sucedió en ese lugar, era una familia, muy hermosa de cuatro personas... pero los padres de los dos chicos desaparecieron y un día ellos se quedaron ahí según el pueblo. Actualmente se han visto varias sombras que vagan por el lugar, así que por favor no entres— su mirada me estremeció más que su narración

Pero solamente percibí cuando apartó la mirada.

Me quedé en silencio después de esa explicación.

Llegamos a mi casa y nos pusimos a hacer lo que una persona normal haría, comimos, hicimos tarea y quede que me vería con Jimin a las seis de la tarde.

Entonces me preparé sin labores pendientes y me dirgí a una significativa esquina donde siempre recurríamos a encontrarnos.

En el camino nos estábamos carcajeando de cosas que solo Jimin y yo entendíamos y nos hacia reír. Sentíamos las miradas penetrantes de la gente que nos miraba con,o bichos raros; no faltaba mirar, se sentían sus gestos de rareza en nosotros. jamás nos importó.

—¡Y yo le dije "a bueno pa' saber"! —carcajeó Jimin a lo que yo lo acompañe a reír

Pero mi risa fue interrumpida por la casa de hace unas horas que mi hermana me había comentado y advertido. Nos detuvimos de golpe, siendo imposible apartar la mirada, es como si algo nos obligará a seguir posando nuestros ojos en ella.

—Esa casa me da algo de miedo, aunque siempre me dio curiosidad haber entrado— admitió Jimin mirándome

—¿Entramos?— mi voz comenzaba a entrecortarse

—Si... n-no tengo miedo ¿y tú?

—N-no tampoco tengo miedo... no soy gallina— justifique

La verdad me estaba muriendo del miedo y el nerviosismo ahí mismo, eso hasta un ciego lo podría ver. Miramos nuestra atmósfera, asegurándonos de que nadie fuera espectador de la locura en la que nos habíamos metido.

Caminamos lentamente hacia la casa, cuando llegamos al punto de estar a poco metros de tocar la puerta, toque esta y se abrió sola, mientras lentamente rechinaba. Mi instinto imploraba por detenerme, aún tenia tiempo. Hice caso omiso.

—¿H-hola?— pregunte nervioso asomando mi cabeza en el pequeño espacio que había dejado la puerta, no teniendo un punto fijo a donde mirar

Quizá por fuera se veía desmantenida, pero por dentro tenía un aspecto acogedor y elegante. Pero la soledad, el frío y los sonidos foráneos lo hacían escalofriante.

—Mira que enormes escaleras— espetó Jimin emocionado mientras las observaba con asombro, tocando el barandal de madera especial que estaba formada por esta

—Que gran cocina— dije adentrándome en esta con brillo en mis ojos

La cocina era mi casa entera, podía jurarlo.

Una vez que Jimin me vio, inmediatamente me siguió; no solamente por miedo, si hay algo que conozco de Jimin es que le encanta la cocina, así se ahorraba su miedo y se entretenía.

—Podría cocinar varias cosas aquí —empezó a sacar recipientes olvidando y/o ignorando el hecho de que es casa ajena, abandonada y seguramente, embrujada

Mire las escaleras ya que estaba seguro de haber visto una sombra pasar de manera rápida y cautelosa. No podía afirmar nada, pero es una casa abandonada desde hace siglos quizá, cualquier cosa podría suceder

Subí las escaleras lentamente y con cuidado. Entre a una habitación, pude vizualizar a un chico volteado de espaldas, con vista hacia la ventana. Tenia un perfil muy atractivo en mi pensar, su vestimenta era de colores nergos, grisáceos y rojos, tenia cabello castaño y brilloso, nariz redonda, una tez pálida muy exagerada y podría jurar que había sangre en las yemas de sus dedos.

—Tienen que largarse de aquí— musitó alegremente audible para mis oídos aquel chico con voz ronca

—¿Q-qué?— de nuevo a tartamuedar

—Si él los ve aquí... les ira mal, largo de aquí— reiteró una vez más, esta vez girándose hacia mi

La forma en que lo hizo me trepidó hasta los órganos. Fue como si una muñeca hubiese dado toda la vuelta hasta fijar su vista en mi.

Se acercaba a mi lentamente, dando pasos muy definidos, su mirada estaba pérdida, no expresaba emoción alguna. Cuando estaba a cuatro metros de mi, lamió la comisura de sus belfos rosados mostrando sus afilados y blanquecinos dientes que parecían de conejo, pero pude percibir dos colmillos.

Solté un grito y me exalte tanto que grité y posteriormente baje corriendo las escaleras y me dirigí rápidamente con Jimin.

—¡Jimin tenemos que salir se aquí!—le grite jalando su mano hacia mí con rudeza y agilidad

—¡¿Qué diablos te sucede, que pasa?!— dijo preocupado y asombrado por mi repentina acción

Su pregunta fue respondida cuando justo antes de salir, hasta arriba de las escaleras, estaba a la vista el chico vampiro que ví hace un momento.

Abrió la boca mostrando de nuevo sus colmillos, dando a entender que teníamos que salir de ese lugar. No solamente salir, mudarnos de aquí.

Salimos corriendo hasta una pequeña esquina que estaba por aquella casa, donde había transeúntes vagando por ahí, no eran muchos, pero no eran temibles vampiros sedientos.

Estábamos exhaustos y nos dimos el tiempo de respirar, regular nuestra respiración y descansar por lo sorprendente que fue aquella escena. Sentí que el corazón me iba a saltar del pecho.

—¡¿Viste eso?!— cuestionó Jimin con la respiración agitada con la vista hacia atrás por cualquier cosa

—Si amigo. ¿Acaso fue un vampiro? —trate de normalizar mi respiración— ¿qué tal si es una broma? Se acerca Halloween y cualquiera podría hacer ese tipo de bromas

—¡¿ACASO ESO TE PARECIÓ UNA MALDITA BROMA?! —Sobresalto— tú lo viste, sus colmillos y-

—¡Tranquilo! ¡Ya veremos desp-!

—Tengo que irme casi son las siete y media y debo estar ya en mi casa. Taehyung— me llamó antes de irse, seguramente corriendo— no quiero que vuelvas a entrar a esa casa ¿oíste?

Asentí con la cabeza y finalmente se fue corriendo.

No me importara lo que dijeran, saben que soy una persona extremadamente curiosa y... yo iba a volver a esta casa para averiguar que sucedió...

Mi primera historia :")

Nos vemos

Adiós

Daniel-Army17

Una mordida de amor •KV• ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora