Edo, 1650, una tierra fértil y maravillosa, donde la paz prevalecía en cualquier parte ella, pero no siempre fue así, hubo un tiempo en el que la guerra y la muerte formaba parte de ella, siendo masacrados muchos de sus habitantes, hasta que su nuevo Rey Okita Sougo fue ascendido en el trono, que poco tiempo después de subir al trono, suprimió con éxito toda rebelión e impuso disciplina en el gobierno central, el cual para lograr que su país se sumergiera en paz tubo que quitar desde raíces todas las posibles amenazas e incluso más aquellas que vienen desde el interior, por lo que se convirtió en un Rey frío e inaccesible, quien logra forzar a la gente a la sumisión simplemente con su cruel mirada siendo conocido por todos como el Rey Lobo.
-mi señor ya he hecho come me pidió y encontré a alguien perfecto para el papel.
-muchas gracias Hijikata, quiero empezar cuanto antes con ello, ya siento la presión de los ministros con que contraiga matrimonio, y necesito salir de ello de alguna forma.
-si mi señor, ella llegará dentro de unas horas.
EN LAS CALLES DE EDO.
Las personas se apartaban con la sorpresa de ver a una joven ser perseguida por un grupo de bandidos a los cuales le había pedido un préstamo para poder pagar todas las medicinas para curar la enfermedad de su hermano, pero su trabajo no era suficiente para pagar las deudas, no sabía cómo poder salirse de esta, si no conseguía rápidamente ese dinero su familia completa se vería en problemas. Pudo evadir al grupo de bandidos y regresar a su casa, para encontrarse en la puerta a un señor mayor, el cual le parecía mucho más a un gorila.
-buenas, puedo ayudarlo en algo?—la joven se acercó con algo de recelo al hombre frente a su puerta, con miedo de que perteneciera a la banda de la perseguía para que pagara sus deudas.
-buenas señorita, hace unos minutos no pude evitar ver en el problema que está metida.—el cuerpo de la joven se paralizó, sabía lo de mis deudas.—y vengo a ofrecerle un trato.—se suavizó ante sus palabras.
-un trato?
-si, solo tiene que acercarse pasar por la concubina de un joven y se le dará xxx de dinero, creo que eso sería suficiente para pagar todas sus deudas.—los ojos de ella no pudieron evitar agrandarse al escuchar la enorme suma de dinero que le estaban ofreciendo.
-y cómo que hacerme pasar por su concubina?
-si, solo debe ser su concubina frente de las personas, no se preocupe, no debe comportarse como una en la intimidad.—pues ahora si que había llamado su atención, ósea que tendría tanto dinero solo para hacerse pasar por la concubina de alguien y solo cuando hayan otras personas, eso era prácticamente dinero regalado.
-y para quien es que trabajaré.
-cuando llegue al lugar lo sabrá, mientras prefiero mantener discreción.— la chica creía que aunque la suma de dinero era tan exuberante no podía evitar en pensar que era una locura, pero su mente voló hacia su hermano, el cual aún necesitaba dinero para su recuperación, y a los bandidos que no la dejaría tranquila hasta que no les pagara su dinero. Por lo que se dio cuenta de que solo tenía una solución.
-de acuerdo, acepto el trato, pero cuando se me dará el dinero? ¿Es posible que se me diera una parte ahora?
El hombre que estaba en frente de ella sacó una bolsa de monedas de oro y se las entregó, sus ojos brillaron antes la cantidad de dinero, con esto podría empezar pagando parte de la deuda y comprando algo de medicina. Entró rápido a su casa para recoger sus cosas y comenzar a cumplir con su parte del trato, y despedirse de su familia mientras les dejaba la suma de dinero, para salir y pararse delante del hombre. No volvió a pensar si estaba bien o mal, solo pasaba una sola cosa por su cabeza y era el de salvar a su familia.
-ya podemos irnos.—con ojos que reflejaban su gran decisión lo miró, no se retractaría, la vida de su familia estaba en sus manos.
Un carruaje se detuvo frente a ella, quedándose sorprendida por el lujo de este. El hombre gorila le señaló con la cabeza que subiera en el coche, no pudo evitar tragar al comenzar a sentirse nerviosa. Luego de un rato ya en el camino, todo el recorrido comenzó a cambiar, las casas eran de la clase superior, reconoció ese camino como el recorrido al palacio, pensó que debía de ser alguien muy importante y con mucho dinero esa persona que se le haría llamar como esposo.
El carruaje se detuvo y al bajar de él se quedó anonadada, estaba frente al palacio real, pensó que seguro se convertiría en la esposa de algún ministro o un jefe de la guardia real. Las puertas fueron abiertas y siguió desde muy cerca al hombre que la había llevado allí. Divisó a un grupo de mujeres que parecían ser las cortesanas del palacio deteniéndose frente a una que aparentaba ser la jefa de las cortesanas.
-Otae-san, ella es la joven de la cual le hablaron, prepare la mejor ropa para su presentación, y por favor mantenga toda la discreción posible.—El hombre que hasta ahora la había guiado se viró hacia ella.
-ve con ella, te darán una ropa más presentable y te llevarán frente a tu futuro esposo que ya está esperando.—no le dio tiempo a la joven para salir de su shok, y terminó por voltearse he irse por el mismo camino que vinieron.
-Hola, yo soy Otae y seré tu cortesana principal todo el tiempo que estés aquí, ahora vamos que debes cambiarte y él no puede hacerse esperar.
-quién es? Aún no me han dicho quién es.—pudo pronunciar en el momento al salir de su asombro.
-a su debido tiempo, no se me tiene permitido comunicar esa información, venga por aquí por favor.—sentía que no había caso al seguir preguntando, quién sería esa persona que parecía ser tan importante?.
Entró en una habitación que estaba repleta de vestidos de telas de muy alta calidad, hermosas joyas de adornos y muchos instrumentos para maquillar. El grupo de cortesanas, la comenzaron a vestir y a preparar, mientras ella no podía evitar pensar quien sería su esposo. Luego de un buen rato, terminaron de arreglarla, sintió que su cabeza pesaba mucho, pues los adornos que le fueron colocados eran de puro oro.
-''Dios, cual será mi valor en este momento?—pensó al ver todas la joyas que le fueron colocadas.
-sígame.—siguió a la cortesana Otae, para terminar frente a una inmensa puerta, que fue abierta en el momento en el que se detuvo frente a esta.
Caminó detrás de la cortesana para llegar frente al trono real.
Su cuerpo perdió todo su color, y el miedo le recorrió desde la espalda a por todo el cuerpo.
-mi Rey esta es la mujer que será su concubina.—habló el mayordomo principal del Rey, luego del inmenso silencio que se había formado en el momento de su entrada.
Se sintieron unos pasos descender por una escalera, el cuerpo de la joven vibró en cada pisada, hasta sentir como su rostro que se había mantenido agachado fue levantado por unas poderosas manos.
-hermosa, muy hermosa, cómo te llamas?—aún estaba muy sorprendida por lo que estaba sucediendo, su cuerpo estaba congelado y no sabía como reaccionar, ni siquiera podía responder.
-te estoy preguntando que cómo te llamas?—reaccionó con un pequeño salto a las poderosas palabras que le hablaron.
-Ka...Kagura, me llamo Kagura.—el miedo podía sentirse en su voz, impidiéndole pronunciar siquiera su nombre.
-Kagura, desde hoy serás mi única concubina, me imagino que ya se te fue comentada una parte de la situación, más tarde se te dirá todo.—sus ojos se abrieron y lo miró con miedo.
Ella no podía creer lo que estaba escuchando y lo que pasaba a su alrededor, no podía creer que sería la concubina nada más y nada menos que del rey que gobernaba su nación, el frío y temido Rey Lobo.
Continuará......
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El Rey Lobo y su Concubina
Lãng mạnUn Rey frío y atemorizante que debe mantener las apariencias para evitar una rebelión interna, decide buscar a una mujer que se convierta en su concubina para evitar la presión que egersen los ministros con el matrimonio. Una mujer que se da cuenta...