𝗠𝗜 𝗟𝗨𝗭 ᵗᵃᵉᵏᵒᵒᵏ

Prólogo

¿Por qué tengo que soportar esto?.-Pensé.

Mis manos estaban congeladas y mi trasero también, la única manta que tenía no podía cubrir mi cuerpo y no tenía otra más.
No sentía mi cara por el frío y mis labios los tenía resecos.

Traté de pararme pero mis piernas eran demasiado débiles, mi cuerpo entero lo es, la última vez que comí fue.., no tengo la menor idea de hace cuánto comí y de pensarlo me rugía la panza del hambre, sentía mi estómago verdaderamente vacío.

Intenté pararme por segunda vez y no resultó, caí de rodillas y solté un alarido de dolor y cerré los ojos tratando de calmarme, suspiré y intenté por tercera vez y lo logré. Sonreí mentalmente y tomé mi manta de la vereda.

Mi casa por decirlo de alguna manera, era la calle y no me daba pena decirlo, vengo viviendo en la calle hace meses y es realmente difícil, tratar de que los policías no te corran, solía dormir en las plazas o en callejones, exactamente me dirigía a uno de ellos en este instante.

Sólo temblaba y trataba de apurar el paso, las calles estaban oscuras ya, tenía miedo de que me robaran lo único que tenía, mi querida y pobre manta.

Mi suéter estaba roto de las axilas y por lo tanto me entraba viento por ahí, pero ignoraba lo feo que era sentir como tus huesos se quebrarían si sintiera más frío.

Una vez que llegué al callejón, tuve que improvisar una especie de cama con cartones y con pedazos de lo que creo yo era un sillón en mal estado, cuándo pude recostarme en mi cama tomé mi querida manta y me tapé.

El hecho de ser pobre, es algo difícil de asimilar, no tienes nada para cubrirte, o para comer, tener que sufrir las temperaturas que te helaban los huesos y no tener ni siquiera una sopa instantánea para sobrevivir, cómo para calentar la garganta y el estómago.

Pero tenía que soportar, por más que fuera demasiado difícil, tenía alguna esperanza de conseguir por lo menos un pedazo de pan o algo de agua o si quiera un trabajo dónde podría comer algo todos los días y poder comprarme un encendedor para prender fuego y hacer una fogata así no pasar frío nunca más, ese era mi sueño, poder conseguir por lo menos algo que me de esperanzas de vida.

El sueño me consumió y pude cerrar los ojos por fin, era lo que más me gustaba, poder dormir y olvidarme del frío.