Todo empezó en Halloween

2.1K 114 17
                                    

Era una noche oscura. El ambiente estaba enrarecido con un extraño sentimiento de misterio e incertidumbre. Se escuchaba el tétrico murmullo de las hojas al ser arrastradas por el aire y de las ramas golpear las ventanas.

El silencio de la noche era roto por las risas de los niños que recorrían las calles al grito de "Truco o Trato". En medio de todo esto, y ajenos a lo que pasaba a su alrededor, se encontraban un par de chicos en una de las habitaciones de un hotel abandonado.

Uno de los jóvenes se encontraba sentado en el suelo y acorralado contra la pared mientras miraba temeroso a su captor, que lo miraba con una mezcla de excitación y hambre.

—¿Q-Qué vas a ha-hacerme?— preguntó el menor temeroso, mientras se encogía aún más intentando desaparecer de la vista del contrario.

—¿No es obvio?— respondió mientras sonreía ampliamente dejando entrever unos perfectos dientes blancos de los cuales resaltaban unos blancos y larguísimos colmillos.

El joven se estremeció al ver la sonrisa de su acompañante. En ese momento el mayor se lanzó sobre el otro, ladeándole la cabeza y dejando a la vista el pálido cuello.

—Gracias por la comida— agradeció antes de rozar con sus labios el cuello.

—Reborn...— susurró el menor antes de cerrar los ojos.

Ahora os preguntaréis: ¿¡QUÉ DEMONIOS ESTÁ PASANDO!?. Para saber eso habrá que retroceder unas cuantas horas...

.

.

.

Ese mismo día por la mañana

.

.

.

Un chico se encontraba acostado en su cama, con las mantas cubriéndolo hasta la cabeza. Esa mañana hacía un frío de mil demonios por lo que se negaba a alejarse del cálido refugio que eran las mantas. Se removió incómodo bajo las mantas cuando alguien irrumpió en su habitación, cruzándola hasta llegar a la ventana y corrió la cortinas para dejar paso a la molesta y deslumbrante, luz del sol.

El joven suspiró derrotado ya que sabía que no le iban a dejar dormir tranquilo. Con pesar, se destapó y se removió sobre la cama hasta que quedó sentado en la orilla de esta. Un estremecimiento le recorrió el cuerpo por completo cuando sus pies desnudos tocaron el frío suelo. Bostezó y estiró su cuerpo que se encontraba agarrotado después de toda una noche en reposo.

—Tsu-kun, cariño.

En ese momento abrió los ojos, que hasta ese momento habían estado cerrados, y miró a la persona que le llamaba. Una hermosa mujer castaña, de cuerpo menudo, ojos marrones, piel pálida y facciones finas estaba parado frente a él con una hermosa y cálida sonrisa.

—El desayuno estará listo dentro de poco, baja cuando estés listo— dijo antes de salir de la habitación con paso alegre.

Tsuna suspiró por tercera vez en lo que llevaba de mañana y se dirigió al baño para darse una ducha rápida.

Se quitó el pijama y lo dejó en el cesto de la ropa sucia. Abrió el grifo del agua caliente y entró en la ducha. Tembló ligeramente cuando el agua caliente empezó a recorrer su cuerpo pero en seguida se relajó notando como sus agarrotados músculos se relajaban.

Todo empezó en HalloweenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora