Sexy Uber ⁽ᵏᵒᵒᵏᵗᵃᵉ·ᵒˢ⁾

«Sexy Uber»

¿Cómo definir los lunes en tres palabras?

Mierda.
Mierda.
Mierda.

Empezando porque su novio le acababa de pedir tomar distancia por un tiempo la noche pasada porque según él, no se sentía "listo" para seguir una relación formal; llevaba taxeando 16 horas.

Pobre su trasero.

Quería regresar a su casa, en especial a la cama y desaparecer por las siguientes semanas. Hasta que recupere su ritmo de trabajo y estabilidad emocional porque, vamos, a quien se le hace fácil terminar una relación de dos años.

Aparte de Jimin, por supuesto.

— Jódete, Park Jimin. – Soltó con cólera, golpeándo el claxón. – Al menos todavía te tengo a ti, mi amor. - Dijo acariciando el timón.

Nuevo cliente a 4 minutos...

Apareció la notificación, iluminando la pantalla de su Iphone.

|Rechazar|

Jungkook ya no quería ver a nadie. Mucho menos a esos clientes alegres que les encantaba contarle su vida entera al taxista. Si tenía que soplarse uno más de esos, definitivamente renunciaría.

Nuevo cliente a 4 minutos...

Qué mierda. ¿Acaso no hay más Ubers a estas horas? La alarma nuevamente comenzó a sonar.

|Rechazar|

— Por fin... -, el semáforo se puso en verde y siguió su camino. En la siguiente avenida daría vuelta en "u" y regresaría a su departamento. Suyo. Sólo de él. Jimin nunca accedió a vivir juntos y eso, en parte, facilitaba las cosas; aunque no al máximo.

Nuevo cliente a 4 minutos...

Inhala... Exhala... Inhala...

|Aceptar|

Kim Taehyung está a 4 minutos...

¿Kim Taehyung? Lindo nombre.

Siguió la dirección y tal como lo predijo la app, en cuatro minutos llego al punto de partida. En medio de la nada, un chico con polera le alzó la mano y tras hacer una maniobra, cuadró exactamente a su costado.

Bajó la ventana del copiloto y preguntó: — ¿Kim Taehyung?

En vez de recibir una palabra, un asentimiento veloz fue suficiente para el cliente, en lo que se apresuraba a entrar a la parte trasero del auto.

— 10:00 p.m. en punto. ¿Iniciamos el recorrido? –. Preguntó para asegurarse.

-— Sí. – Esa voz. – ¿Puede bajar la ventana?

Jungkook arrancó y con los botones de su puerta, se encargó de cumplir el pedido. Sin embargo, termino pasándose y bajó de más la ventana.

Pero agradecía haberlo hecho.

El viento que ingresó brutalmente, tiró hacia atrás la capucha, y le permitió ver esa cabellera roja y llamativa por el espejo retrovisor.