Querida Mejor Amiga

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Hola mejor amiga

¿Cómo estas? 

¿La vida te ha tratado de manera amable? 

¿Sigues en peleas con tu familia cada 5 minutos o han logrado mejorar sus relaciones?

Hay tantas cosas que te podría interrogar.

Ya ha pasado un tiempo desde que te dediqué algunas palabras ¿3 años? ¿4 tal vez?, realmente es difuso en mi memoria el tiempo en que hice aquello. Me gustaría decir que lo que hablaré a continuación serán dulces letras como lo han sido anteriormente, pero aquello sería mentirle al reflejo frente a mi y, sobretodo, expresarte ilusiones que terminarán en verdades filosas.

Sé que estas letras no se verán a través de tus ojos; que nadie te las dirá para que tus oídos se inunden de éstas y que, por el contrario, tú ignorancia hacia estas serán lo único que veré al día siguiente de escribirlas. Sé que es una forma más de esconderme, tan cobarde como siempre. Aún teniendo esto claro no puedo evitarlo, asi que continuaré. De cierta manera me alegra que esta carta, sin dulzura y un tanto amarga no llegue a ti, pero su dolor es necesario que al menos alguien lo vea, lo lea, sin importar su destinatario... o mejor tan solo dejarlo libre.

Las siguientes palabras no fueron fáciles de declarar, de escribir. Escribir lo que pensamos... Decir lo que pensamos lo vuelve realidad -las palabras crean realidades solía escuchar- y no estaba lista ni quería volver mis pensamientos en realidad, pero hay historias que debemos contar, aunque con ellas nos debilitemos más.

Lo siento por asumir un título -sinceramente no sé si denominarlo así- que jamás me correspondió; uno del que realmente no fui merecedora o el que, por lo escrito en las estrellas, no estaba destinado para mi: mejor amiga. Pequeñas cosas, detalles; pequeñas verdades que me abrieron los ojos mientras observaba nuestras fotos ¿Alguna vez te inspiré la confianza como para que me hablaras de tus problemas? Por lo que concluyo, no fue así. Lamento no haberlo hecho, no haber sido lo suficiente para que me confiaras tus secretos. Aquellos que veía atormentarte y lastimarte el alma.

Creo haber cumplido al menos algo de mi rol ¿El cariño que te entregué fue al menos suficiente para que sobrevivieras a los días en tu vida? ¿Mi cariño, tan silencioso como la nieve, logró al menos demostrarse?... ¿Hice al menos algo bien?

Siento... que debo rogarte por una respuesta... ¿Debo?

¿Puedo?

Te veo a lo lejos ¿sabes? -esto suena bastante acosador ahora que lo expreso libremente-. Espero que estés siendo feliz, que estes teniendo momentos felices, que tus sonrisas sean reales. Gracias por estar para mi cuando te necesitaba, sin embargo... esto es probablemente absurdo ...¿Podrías comprender la tristeza que me rodeó cuando me di cuenta que quizás?...no...¿que casi de seguro sería la única razón por la que te acercarías a mi?. Actualmente incluso mi tristeza es invisible ante ti, como si estuvieramos frente a un espejo en el cual yo te puedo ver, pero tu no a mi.

Al observarte y al mirarme pienso ¿Alguien creería siquiera que eramos amigas? ¿Que formaba parte de tu circulo más cercano? o ¿sería acaso esto una ilusión que yo me cree? Dudo tanto de que alguien vea la historia que unió momentáneamente nuestros hilos.

No quiero que veas lo débil que me volví sin ti.

Me quedaré en este desierto en el que de a poco florecen flores tan hermosas como espinozas a causa de lagrimas agridulces.

Siento el haberte llamado mejor amiga y no actuar como se supone debía, un lazo en el que desconocí su función ¿Ser tímida y cerrada lo verías como una excusa o como el motivo? Quisiera saber si mis miradas lograban expresar aquello que de mi garganta no queria salir; si las palabras que no correspondian a lo que yo sentía, y eran dichas, eran nubladas por mis acciones discretas. Quisiera esperar sentir que mis miedos no fueron lo suficientemente fuertes para acallar lo que quise exteriorizar.

Lamento no saber expresar lo que pienso y siento...todo es tan fácil cuando lo hago con tinta y papel. La máscara se desvanece una vez la soledad me rodea en sus brazos.
Me cuestioné tantas veces por que nos seguíamos llamando mejores amigas cuando no sentía que actuaba como una. Aquél pensamiento estaba girando entorno a mi alma, tal cual un meteorito, cada vez más cerca, torturándome y quemandome con sus llamas ¿Solamente yo pensaba que era así? Quizás tu también lo pensaste y por eso tu espalda a la distancia era lo único que podía ver.

Querida mejor amiga, quiero decir, querida conocida. Tengo más pensamientos y sentimientos de lo que demuestro aquí y de los que alguna vez verás en mi mirada si en algún momento me ves. Algunos los olvidé o los enterré con el paso de las estaciones, con las lágrimas, con la rabia y amargura. Otros florecieron con los dulces recuerdos, con las canciones brillantes y las luces cálidas.

(Incluso ante el papel hay máscaras que persisten, incluso la pluma no puede quebrar ciertas mentiras y ciertas paredes)

No creas que hay odio en mi, no pienses que estoy cobrandote o exigiendote algo. Solo dejo que mi alma llore, dejo que las verdades salgan y dejo que mi heridas sanen.

Esto probablemente suene como ironía, como una frase para calmar a un niño perdido ¿Sanar?

Sé que esto sería una mentira; sé que al no llegarte mis palabras esta herida, estas heridas, no sanarán, sino que se adormecerán hasta verte otra vez, donde se desgarrarán un poco más, en silencio, en la soledad, en la oscuridad.

¿Pude haber hecho algo que marcara la diferencia?

Nuestros recuerdos se marchitarán y lloraré junto a mi máscara, sintiendo nuestro universo desaparecer. Con tu mirada en mi memoria y su cariño intacto.

Sin embargo eres feliz.





Estas sonriendo.







Estas viviendo.






Y no te quitaré eso.

Te querré incluso con el dolor en mis venas

Te extrañaré conocida

A.

Querida Mejor AmigaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora