Capitulo 6

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Serena decidió que seduciría a Healer en cuanto supo que estaba desempleado y que vivía al día. Lo seduciría cuanto antes, esa misma noche.

De hecho, llevaba planteándose la idea desde que había terminado de hablar con Minako por teléfono y se había encontrado con su mirada desde el escenario. Algo había sucedido en ese momento, una chispa cargada de emoción y totalmente inesperada. Serena no lograba sacudirse la sensación de que entre ellos estaba construyéndose algo que tenía que suceder. Cuando sus miradas se habían cruzado, la atracción sexual que sentían desde el viernes se había convertido de pronto en algo más.

Menos mal que no había compartido con nadie sus planes de convertirse en una persona madura y responsable, porque con su decisión actual creerían que se había vuelto loca. Conocer la situación de Healer debería haberle hecho salir corriendo en dirección opuesta. Pero no.

La nueva Serena tendría que esperar. Se dio cuenta de que se había marcado demasiados objetivos difíciles. ¿Cómo había creído que podría soportar la pérdida del negocio y al mismo tiempo un cambio radical en su vida personal? Decir adiós al legado familiar ya era suficientemente duro como para encima plantearse una vida casta. Lo haría, pero más adelante. En cuanto el bar cerrara, dejaría de fijarse en los hombres con aire de chicos malos.

Pero eso sería después. De momento, iba a disfrutar al máximo los últimos días de La Tentación con un hombre que representaba esa palabra en su totalidad.

—Una última aventura —se dijo mientras terminaba de secar la última copa y fijaba la vista en él.

El hombre alto y delgado que estaba recogiendo cables en el escenario era el candidato ideal para tener una aventura desenfrenada. No tenía ataduras y vivía con despreocupación. Seguramente no se podría confiar en él y sería alguien impredecible. Alguien como Healer tan pronto se marcharía como se quedaría a su lado. Lo que significaba que no esperaría nada, no exigiría nada y no querría nada a cambio.

Serena sabía que entre ellos no se crearía nada duradero, por lo que su corazón no peligraría. Si él tuviera un empleo, una casa o raíces que lo ataran a algún lugar, entonces sí sería alguien peligroso, porque tal vez quisiera una vida estable y una relación de pareja.

Si él fuera ese tipo de hombre, lo habría apartado de su vida sin pensarlo. Prefería evitar la posibilidad de terminar con el corazón roto. Pero no lo era, así que ella podía entregarse a aquella aventura completamente.

La siguiente media hora, Serena terminó de limpiar el bar mientras Healer y el resto de la banda cargaban el equipo en la furgoneta. Serena advirtió las miradas curiosas y algo lascivas que sus compañeros dirigían a Healer. Él no mostró arrogancia por ir a quedarse cuando todos ellos se marcharan.

Seguramente, él no estaba seguro de por qué se quedaba. No debía de saber si ella se lo había pedido porque necesitaba su ayuda... o porque deseaba acostarse con él.

Serena lo había hecho por las dos cosas. Lo deseaba con locura desde que lo había visto entrar en el local el viernes, y también necesitaba alguien que la ayudara a clausurar el bar. Él necesitaba un empleo y un lugar donde quedarse al menos dos semanas. Y luego seguiría su camino por el mundo, en otra ciudad, en otros bares. Y quizás con otras mujeres.

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