forever rain | namjin

Único

Forever Rain.

Kim Seokjin se preguntaba por qué aquel chico de gorra salía de su departamento sólo los días de precipitaciones, ¿Por qué se alejaba del resto del clan?, ¿Por qué siempre estaba solitario y de ningún modo le habría la puerta al chico de cabello gris?.  

Estaba cerca la navidad, la única puerta sin alguna decoración era la de ese chico de piel morena, ojos no tan pequeños pero que al parecer ya habían perdido aquella luz.

Compartían una pared, la de la sala y la que vagamente Jin creyó que podía ayudar a ese chico. Puso música alegre, puso canciones infantiles y películas de humor...nada ayudaba, se escuchaba el llanto a lo lejos y lo sabia porque luego, en el momento de silencio, ubicaba un vaso en la pared como en las películas que veía por mera coincidencia. Un suspiro que se escapaba por sus labios era algo que pasaba sin falta.

Creyó que en las noches el chico de tez morena dormía, estudiaba o trabajaba pero, en cambio, lloraba y muy pocas veces escuchaba música, durante los últimos meses se dedicaba a correr la ventana del balconcillo y salía a fumar un cigarrillo. Supo esto cuando del trabajo le solicitaron la modificación de su turno con el muchacho nuevo, que necesitaba horarios nocturnos debido a sus estudios universitarios.

La única interacción que tuvieron fue cuando quedo fuera de su departamento y le pidió a Jin entrar para llegar a su balcón, no fue temeroso, se movió hasta las barandas negras y nunca mas lo volvió a ver.

Le dolía el corazón porque no podía ayudarlo, le dolía el corazón porque un mes después de seguimiento con la ayuda del próximo psicólogo -Jeon Jeongguk- aquel chiquillo que usó su turno, pudo saber que el chico de piel canela tenía -y lo mas probable- depresión.

Decidió cantarle todas las noches que lo escuchaba llorar, ya que luego de unos días dejó su ventana abierta y Seokjin tomó su colchón para dejarlo justo al lado de su ventana... así podría cantar cuando el muchacho comenzara a llorar. Le cantó una canción alegre, otra vez decidió cantarle Chocolate de Bol4, esa vez lo escuchó reír, fue un suave sonido entre sollozos, luego no lloró mas y supo que hizo lo correcto.

Un día invitó a cenar a Jeon y su novio Taehyung, aquel chico era muy gracioso y se podía ver la razón por la cual Gguk se había enamorado. Rieron hasta que un gran portazo los asustó, era el departamento continuo, era el chico de piel suave.

“Yo...debo ir” avisó limpiando su boca con la servilleta de género color negro.

Ya que había modificado su departamento, caminó hasta su cama junto a la ventana y deslizó esta misma, nunca habían hablado. Seokjin cantaba para él y se lo agradecía tocando dos veces la pared con sus nudillos.

El ruido de cosas rompiéndose lo asustó tanto que decidió pasar al balcón próximo, intentando desplegar la ventana.

Vidrios rotos, cristales, algo de metal sobre la cerámica y lo peor, un grito.

“Hey, Hey, ¿Estas bien?” sí, sabía que era una pregunta estúpida pero nada perdía intentado. Dio suaves golpes al vidrio, insistió mucho tiempo hasta que lo que quedó fue el ligero sonido de su llanto.

Antes de rendirse, un hilo de esperanza lo iluminó.

“Aún soy un rehén de la vida”