La verdad parte 1

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El viaje de regreso a casa fue callado, era un silencio espeso y frío, como el de dos personas totalmente desconocidas, pero bueno, eso es lo que él y yo éramos, dos personas totalmente desconocidas.

<< O eso era lo que yo creía>>

Me acomodé en mi asiento y levante mi brazo dispuesta a prender la radio para acabar con el silencio incómodo, cambie varias estaciones hasta encontrar malamente de Rosalía la cual era una canción demasiado íntima según mi parecer para este momento. El reloj marcaba casi las 8:40 p.m., estábamos solos en la carretera, no había ni un alma, en el espacio solamente se escuchaba la canción y nuestras respiraciones aceleradas, lo miré, la luna le daba un color más pálido de lo normal, tenía pecas que rodeaban sus ojos y hacían un caminito hasta llegar a su cuello, por un momento me imaginé lo que sería besar su cuello, mordí mi labio y apreté un poco las piernas, su mirada estaba clavada a la carretera, recargué mi cabeza en el respaldo del asiento y suspiré, su mandíbula se tensó y me miró.

- ¿Qué? - Preguntó en su tono seco, el Sahara se queda corto a lado de este chico.

- Nada - Dije volviendo a acomodarme, abrí un la ventana.- Me recuerdas a alguien eso es todo. - Lo miré de nuevo, otra vez tenía la mirada fija a la carretera.

- Mientes - Dijo el apretando un poco el volante. - Eres muy mala haciéndolo ¿Sabías?

- Si - Dije dándole la espalda y acomodando mi cabeza en la puerta del carro.- Ya lo sabía. - Lo volví a mirar, tenía una pequeña sonrisa medio torcida.- Eres muy amargado ¿Lo sabías?

- Si - Respondió con una sonrisa apenas notable. - Ya lo sabía. - Me dirigió una mirada rápida, de repente el chico frenó abruptamente estacionándose a la orilla de la carretera provocando que mi pecho se presionara fuertemente con el cinturón de seguridad, lo mire con cara de pocos amigos. - Pregúntame.

- ¿Qué? - De seguro mi expresión fue la más estúpida de todas ya que el froto su cara irritado, se desabrochó el cinturón de seguridad acomodándose en su asiento. - Tienes muchas dudas, demasiadas diría yo. - Dijo abriendo un poco los ojos de más. -Puedo sentirlas, y en verdad me estoy empezando a irritar. - En realidad si tenía varias dudas ¿él era peligroso? ¿Yo estaba en problemas? Bueno esa pregunta es muy obvia, si alguien te persigue para matarte obviamente estás en peligro, ¿Qué va a pasar conmigo? ¿Caleb podría regresar? Son esas y más preguntas que han estado rondando por mi cabeza por semanas. - Pregunta, esta va ser tu única oportunidad para que alguien responda tus dudas.

- ¿Ustedes qué son? - Pregunte en voz baja

- Es complicado - Suspiró. - Cuando mueres lo único que haces es liberar tu energía. - se removió un poco incómodo y sus mejillas adquirieron un tono rosado, pero varonil. - Tu cuerpo es solamente un frasco con fecha de caducidad que guarda esa energía. - Me miró y se relamió los labios. - Esa energía es a lo que los humanos llaman alma.

- A..así que ustedes están ¿vivos? - Pregunte algo confundida.

- Se podría decir - Dijo ladeando la cabeza y encogiéndose de hombros. - Nuestra energía pasa a la siguiente dimensión, en la cual renacemos pero con algunas...Mejorías.

- ¿Cómo cuáles? - Me desabroche el cinturón y me acerqué un poco más a él.

- Tenemos habilidades - Cerró los ojos por un momento y suspiró. - En nuestra estadía en la primera dimensión como humanos en la tierra nuestra energía se identifica.

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