El Culto de los jovenes

Luis era un estudiante de la escuela secundaria como cualquier otro, el no tenia tantos amigos, puesto a que se habia mudado a una  nueva ciudad y aun no lograba adaptarse de todo al nuevo entorno que le presentaba la ciudad y el urbanismo al que el aun no estaba acostumbrado. El era huerfano, vivia con su tia desde que era un niño, y si bien su vida no era tan mala, aun no le encontraba su verdadero significado y eso lo confundia.

Era un dia como cualquier otro, Luis fue a la escuela y durante el recreo se la paso sentado en el patio solo, disfrutando del sol. A sus compañeros no les interesaba hablarle, el era un poco raro y creian que alejarse de el era lo mejor, sin embargo no era el unico que caia sobre el nombre de "chico raro" sino que tambien habia otra solitaria chica igual que el, solitaria y misteriosa.     Esa chica era Helena, Luis la conocia solo por que la veia en la escuela, pero nunca habian cruzado ni una sola palabra. No fue sino hasta ese dia, cuando Helena se acerco a Luis, quien se encontraba sentado en el patio.

Helena era bastante extraña, a decir verdad, tenia la misma edad de Luis, media aproximadamente 1,75 su piel era oscura, y poseia pequeñas pecas en su rostro, algo bastante extraño para una persona de tez oscura, sin embargo, tenia unos ojos color celeste mar, lo que tambien llamaba un poco la atencion, tenia el cabello negro y largo hasta su cadera, y siempre solia vestir de blanco.

Ella se le acerco y comenzaron a charlar normalmente, sobre cosas bastante comunes, hasta que Helena lo miro a los ojos y en voz baja dijo; -Estas en el Culto?- . Luis no parecia entender a lo que ella se referia con eso, pero Helena decidio pasarlo por alto y seguir charlando normalmente. Los dias pasaban y ambos se volvian amigos, aunque Luis seguia viendo algo extraño, algo misterioso en esa chica, como un gran secreto guardado en lo profundo del corazon. 

Un dia Helena fue a su casa, Luis se encontraba solo, puesto que su tia se encontraba fuera de casa, Ambos estaban hablando, sentados solos en la habitacion, aunque sus charlas ya no eran las mismas de antes, ellos comenzaron a notar que compartian muchas cosas, sus charlas pasaron de hablar sobre el pronostico, a hablar sobre sus profundos deseos de muerte y venganza, ambos compartian sus fantasias oscuras, que si bien ninguno de ellos habia las habia hecho en la vida real, deseaban hacerlo algun dia, como vengarse de su malvado profesor de historia, de alguna forma o otra, ambos compartian su odio hacia el,  y hacia muchas cosas mas, asi como no comprender el verdadero sentido de su vida, ambos vivian al limite de lo que la vida les daba, y disfrutaban de la adrenalina, a veces aproposito y a veces no, ambos eran temerarios.

Esa noche Helena decidio hablarle del culto a Luis, A lo que ella le llamaba Culto, era un conjunto de adolescentes quienes se juntaban en un edificio privado en pleno centro de la ciudad.

-No hay reglas, es el paraiso del mal, por asi decirlo, el siempre nos da lo que queremos, solo tenemos que ir y ofrecerle sacrificio, lo cual significa dolor para algunos, pero para muchos de nosotros, para los jovenes como tu y yo, significa un placer absoluto, aun no lo he hecho, pero mañana me comprometere con el, y ya sere parte del Culto. 

Luis se habia quedado impresionado, no podia creer lo que  Helena le habia contado, eso realmente parecia el paraiso. El tendria todo lo que quisiera si se comprometia con la extraña secta de Helena, aunque el aun desconfiaba de que eso fuera real, no lo penso dos veces y a la noche siguiente alrededor de las 11:30 PM, se escapo de su casa mientras su tia dormia y Helena lo esperaba, el iria por primera vez a conocer ese extraño lugar, y a presenciar con sus ojos como Helena se "comprometia" con dicha Secta.

Ambos salieron corriendo para no llegar tarde, a las 12:00 llegaron a el lugar, Por fuera no era nada mas que un simple edificio, similar a un hotel o a un casino, entraron como si nada, y subieron en el ascensor hasta el ultimo piso de todos, que no era nada mas que una habitacion completamente oscura, sucia, y repleta de telas de araña. Ellos dieron unos pasos hasta llegar por una inmensa puerta de madera, ella la abrio, y por dentro se encontraba un pequeño teatro completamente cerrado y sin ninguna ventana, un lugar completamente lujoso, similar a una Iglesia, con un piso de madera y paredes rojas con detalles en dorado, a los lados se encontraban los ascientos de madera, donde almenos unos 50 jovenes se encontraban sentados, todos alrededor de 13 y 17 años, y al final sobre el escenario se encontraba un chico de unos 17 años, de cabello rubio, y que poseia una larga bata color rojo sangre. sin embargo Luis no tuvo tiempo para observar, Helena le dijo que se quedara con Egan, un chico de unos 16 años, parados al final del teatro, observando como Helena se dirigia a esa especie de altar.

CAP 2

Luis esperaba tras los ascientos del teatro junto a Egan, un chico desconocido para el y que nunca habia visto, de piel clara, cabello castaño claro y ojos verdes, al parecer, el era alguien que Helena conocia y por eso decidio dejar a Luis junto a el, puesto que era alguien de confianza, el traia un traje negro casual, con una corbata del mismo color, similar a lo que usan los hombres en un funeral.  Ambos estaban parados observando como Helena en sus prendas blancas se dirigia al escenario, donde la esperaba el joven de cabello rubio y bata color sangre, quien la estaba apuntando con un cuchillo, esperando a que ella se dirija a el. Luis no comprendia lo que estaba pasando, estaba confundido y algo asustado, asi que decidio preguntarselo a Egan, a lo que el respondio -Espera y lo veras-.

Helena subio por unas pequeñas escaleras al escenario, y el chico rubio dijo unas palabras;               -Hoy estamos aqui, para celebrar que tenemos a una nueva joven dispuesta a unirse a nuestra Secta y alabar a nuestro dios caido por el resto de su vida, asi que le entrego este cuchillo y le dare los honores..-    

Dos mujeres vestidas de negro trajeron una gran compa color oro, y la destaparon, Helena tomo el cuchillo que el joven le habia dado, extendio su mano izquierda, y con la derecha comenzo a cortar el interior de su mano izquierda, sin gestos de dolor, dejando derramar su sangre dentro de la copa ceremonial, que luego las mujeres volvieron a tapar y se llevaron por detras del esenario. Los presentes comenzaron a aplaudir, Helena ya formaba parte de El Culto de los jovenes.

Luis quedo confundido, sin entender lo que habia sucedido y tal vez algo decepcionado ya que en su mente esperaba algo mas tetrico, mas oscuro y macabro, para Luis cortarse no era algo nuevo. 

-Que fue eso..? -Le pregunto Luis a Egan en voz baja-

-Fue la ceremonia de entrada a el culto, le llamamos el derramamiento de sangre, en el que debes consagrar tu sangre y tu alma al dios caido. Algo que muchos pueden hacer, pero no todos llegan a la etapa final. -Dijo Egan con voz seria-

-Etapas? -pregunto Luis-

-A medida que pasas las etapas subes de nivel y de cargo en la secta, pero claro, estas etapas son cada vez mas oscuras y sangrientas, a medida que pasas una se te es concedida la primera recompenza, aunque la mayoria gasta su primera recompenza con estupideces, hay que saber elegir bien y no se si Helena cuenta con ese potencial. el unico que ha completado todas las etapas fue Kai, el chico rubio que esta arriba del escenario. -Dijo Egan-

-Entiendo, entonces.. se supone que te cortas la mano y te conceden un deseo o algo asi? creo que no tiene mucho sentido, pero de ser asi, por que no lo has terminado? -Dijo Luis dudando sobre lo que Egan habia dicho, pero sin embargo con mucha curiosidad-

-Si, si quieres tomarlo asi, solo tienes que serle leal, lo se porque he pasado hasta el octavo nivel y he tenido todo lo que siempre quise, creo que ya no hay necesidad de seguir -Dijo algo nervioso-  

Ambos estuvieron juntos durante el resto de la ceremonia charlando sobre el tema, aunque Helena luego de eso se fue detras del escenario y no parecio volver.. Asi que Luis decidio quedarse junto a el puesto que era la unica persona que conocia, pese a que era el primer dia en que se veian.