Nunca nada es como lo creemos. Todo lo que percibimos por los sentidos depende de cómo lo queramos interpretar. Todo es subjetivo, nada es objetivo. Y eso incluye a nuestro propio mundo.
Humanos, animales, plantas, agua y algunas otras cosas; eso es lo que percibimos todos los días por nuestros sentidos. Sin embargo, hay muchas otras cosas que no percibimos porque nuestro subconsciente las elimina de nuestra percepción. Fantasmas, monstruos, seres mutantes... Todo eso nuestra mente lo ha eliminado.
¿Por qué nuestro subconsciente elimina esto de nuestra precepción del mundo? Locura... Hace muchos años, existía otra humanidad, pero ellos no eliminaban aquello de su subconsciente. La historia es cíclica, todo vuelve a ocurrir, todo tiene un comienzo y un fin. En aquel mundo no existía esa subjetividad, nada era eliminado o interpretado. Eso causó que la civilización se destruyese por la demencia causada por las personas.
¿Quién soportaría vivir con tales seres extraños que te matan, te succionan la sangre, que se transforman en animales, o incluso que tus propios amigos o familiares muertos se convierten en zombies y los tienes que matar tu con tus propias manos? Nadie, solo la gente loca. Pero la locura evolucionó a no poder diferenciar entre seres humanos y seres extraños. Entonces, autodestruyeron su mundo.
Aquellos seres, que a pesar de todo, viven todos los ciclos de la historia, decidieron apiadarse de aquellos seres humanos que cayeron en la locura y bajaron su nivel de existencia para que estos no les percibieran.
Esto fue gracias a uno de los vampiros más poderosos consiguió que todos aceptaran. Este vampiro se había enamorado de un pobre ser humano en el momento en el que la locura comenzaba a emerger en sus mentes. Vio cómo su pareja enloquecía tras haber tenido que descuartizar los cuerpos de conocidos por volverse zombies. También vio todo el proceso en el que su pareja ya no sabía reconocer quien era un zombie y quien un ser humano, llegando al punto a que cuando ambos estaban a punto de bañarse, él se miró en un espejo y se vio como un no muerto. El terror fue tanto que su mente colapso y obligó a su pareja que le matase.
Ese recuerdo en el que mataba a su propia pareja jamás se fue de su mente y decidió que no quería ver que eso volviese a pasar. Pero...
—Arthur! ¡Te encontré! —exclamó el joven americano de 19 años—. Por un momento creí que me habías abandonado —comentó entre risas y sujetó la mano fría del vampiro.
—Alfred, suéltame. Ya te lo he dicho, no puedes estar conmigo o sino... —quiso decir, pero fue interrumpido.
—Sí, ya sé... La locura, fin de la humanidad y blablablá... ¡Me da igual! —dijo y le abrazó con fuerza—. Sabes, desde que te conozco mi mundo es mucho más feliz. No paro de sentir un calorcito en el pecho que se siente genial —dijo con una tierna sonrisa haciendo sonrojar al ser inmortal, le había recordado algo que pretendía olvidar.
—Alfred, para, cállate, no sigas —pidió e intentó alejarse, pero una blanquecina mano le retuvo.
—Te amo, Arthur —dijo, sin tapujos, el joven rubio de ojos azules.
—Ya comienza la locura, ¿no ves? No piensas con claridad —dijo, a pesar de que sus mejillas estaban completamente rojas. No se acostumbraba todavía a las directas palabras del joven—. Debes ir con tu familia, te están esperando —comentó.
—¡Es cierto! ¡Hoy me toca visita! Mira que dejarme en esta cutre residencia universitaria en la que solo permiten visitas los fines de semana... —comentó haciendo pucheros y abrió la puerta—. ¡Nos vemos luego, Arthur! —exclamó y cerró la puerta de aquella blanca habitación llena de cosas inútiles.
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Locura [One-shot]
RandomLa historia es cíclica y todo se repite de nuevo aunque las circunstancias sean diferentes. Y eso es tan cierto como que realmente no percibimos todo lo que existe en este mundo. *^*^*^*^*^*^*^*^* Hetalia no me pertenece, le pertenece a Himaruya Hid...