CAPÍTULO 1:AMANECE

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Abrí los ojos, era otro dia más, me dispuse a levantar las persianas y ese paisaje desolador ya no me asombraba...

5 MESES ANTES...

Corrí a traves del pasillo, notaba los gruñidos ahogados de los zombies hambrientos deseando tomar mi sangre y yo había perdido a todos mis compañeros. La herida de bala sangraba en mi costado y me costaba correr.

Saqué las llaves y me encerré en otro pasillo el cual tenía una puerta con barrotes que me separaba de esas bestias...

Cuando proseguía por el pasillo la ví, no era humana pero era ella, mis piernas empezaron a temblar cuando noté que se acercaba a mi...

El cuchillo estaba en mi mano pero era imposible hacerle daño y ...

- Jesús despierta, otra vez tienes esa pesadilla.- Me despertó mi hermano Pedro.

Sin abrir los ojos ya sabía que era él, su voz era inconfundible y su brazo musculoso al mover mi cuerpo hizo que confirmará que fuera él.

Pedro era mi hermano mayor, bueno, era el mayor de los tres; yo era el más pequeño, Pedro tenía 25, luego mi hermano Alberto tenía 24 y yo 17.

Los dos eran muy diferentes físicamente y personalmente.

Pedro es de una estatura baja aun siendo el mayor, pero su cuerpo fuerte lo hacía parecer mas grande. Él a parte de ser más distante era mas tranquilo, casi nunca estaba conmigo y con Alberto.

Alberto en cambio era el más alto, mide como 1 metro y 80 centímetros, su pelo rubio y sus ojos azules hacían con su cuerpo delgado un chico muy apuesto, eso si, él era mas cercano conmigo, y aunque estuviese delgado tenia mucha fuerza, casi siempre nos sacaba de los jaleos por su agresividad a mi hermano y a mí.

Justo cuando me desperté miré a la cama de al lado y como no, Alberto estaba dormido y lo desperté tambien.

- Alberto despierta que son las 1 de la tarde.

-Nunca cuela Jesús, siempre intentas engañarme con eso.- Dijo riéndose.

Era verdad, siempre le decia una hora más tarde para que se levantara, siempre los fines de semana dormiamos más y nos despertaba Pedro que se levantaba mucho antes para sacar a nuestro perro.

Teníamos un perro de dos años llamado Falcon, muy juguetón pero muy tranquilo, nada agresivo y muy cariñoso con todo el mundo, era un schnauzer gigante negro y blanco, toda mi familia le tenemos un cariño especial.

Nada más salir por el cuarto me tropecé con un peluche de Falcon, el cual me miró y empezó a correr hacía mi para saludarme. Cogí el peluche y salí a correr para que me persiguiera para jugar.

ACTUALIDAD

Había tenido suerte al quedarme en el portal de casas que estaban en frente del mio. Mi barrio era un recinto cerrado el cuál tiene 4 portales que se dividen en A, B, C y D, cada portal tiene 6 pisos y de cada piso 2 casas dividiéndose en Derecha e Izquierda.

Mi casa estaba en el portal D y vivía en un segundo pero el incidente hizo que huyera con mis hermanos al portal C y en el sexto piso.

Salí del cuarto y mi hermano Pedro estaba en el sofá que atrancaba la puerta de la calle mientras vigilaba y leía una revista.

- ¿ Y Alberto? - Pregunté medio adormilado.

- Ha salido a buscar comida y armas. - Me respondió sin dudar

En ese instante me dió un vuelco el corazón y de inmediato me vestí con una camiseta.

- ¿Dónde te crees que vas? - Me preguntó mientras me ponia las zapatillas.

- ¿A qué portal ha ido?, ¿Qué arma se ha llevado?, ¿Hace cuanto salió?- Preguntaba sin descanso y con un tono de enfadado.

- Jesús tranquilo, quedate aquí, salió hace 10 minutos, se llevó solo el cuchillo y la barra de hierro.

- ¿Cómo has dejado que saliera así y sin la beretta? - Le recriminé mientras cogía la pistola y un par de cargadores.

- Jesús, él sabe cuidarse mejor que nosotros dos y no podía dejarte solo.

En verdad tenía razón, él habia sido durante 3 años militar y tenia experencia con armas de todos los tipos y más cuerpo a cuerpo.

- Lo se Pedro pero tenemos que estar juntos, sabes que solo con un mordisco...

En ese preciso instante sonó el walkie talkie de mi hermano Pedro.

- Pedro he encontrado varias armas en el portal A, estoy en el cuarto piso encerrado, hay 6 zombies en el tercer piso. - Alberto nos pedía ayuda desde su walkie talkie

Por suerte vivíamos en un bloque militar y muchos militares tenian armas ( pistolas sobretodo ), nuestro padre era militar y desde hace un año estaba destinado en Madrid por un tema importante.

             

            

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