La misma sangre/ Devil May Cry🗡

Misión 04

Desde que mis visitas secretas a Vergil comenzaron he podido notar algo que me está inquietando. Su ánimo cada vez decae más, no se caracteriza por ser alguien paciente pero lo escucho hablar con ese niño y se nota que pierde los estribos de inmediato. Se ve cansado y decaído. No sabe hacer las cosas básicas para un niño y he decidió intervenir. Él solo no puede con él y..siendo su hermano supongo que lo mejor será darle una cordial invitación a que viva un tiempo conmigo.

Al entrar en la habitación puedo notar al pequeño caminar de un lado a otro sin mayor entusiasmo. Cuando me ve corre hacia mí y me sonríe.

—Hola.—Digo mientras me pongo a su altura.—¿Donde está Vergil?.—Miro al rededor pero no lo encuentro.—¿Se ha ido sin tí otra vez?. Este lugar es un desastre..

Se ve algo decaído pero aún así me sonríe.

—Oye..eh..¿Cual era tu nombre? Era uno extraño..—Intento recordar.—¿Era..Nero? Si, creo que si. Oye Nero..

Nero deja de sonreír y mira detrás de mí con los ojos bien abiertos borrando esa sonrisa.

—¿Qué?

Escucho un gruñido detrás de mí y de inmediato tomo a Rebellion, sin embargo un fuerte golpe me lanza contra la pared del edificio dejándome algo aturdido.
Escucho como Nero empieza a llorar asustado.

El demonio en frente de mi apenas cabe en este lugar, es enorme.

—¡Oye imbécil! ¡Lárgate de aqui a no ser que quieras morir!

El demonio sin decir palabra se abalanza sobre Nero pero antes de llegar a él lanzo a Rebellion la cual lo atraviesa rompiendo la pared de ladrillos.

La madera comienza a rechinar y poco a poco el edificio parece irse desmoronando.

—¡Mierda! Este lugar se va a destruir..

Nero está en una esquina cubriendo sus ojos llorando.

Corro hacia él pero el demonio aparece atrapandome en sus manos.

—No creas que le harás daño a ese niño.—Tomo mis pistolas y de varios disparos en la cabeza cae al suelo.

El piso se empieza a romper.
Corro hacia Nero y lo tomo en mis brazos. Antes de que todo el suelo se rompa escondo a Nero en mi gabardina y salto por la ventana.

Aterrizo en la vereda fácilmente mientras escucho como el edificio se cae haciendo volar algunos escombros.

—Esto se ve muy mal..Ajj..que desastre.

Abro mi gabardina encontrándome con esos ojos temerosos.

—Tranquilo, no te pasó nada, menos mal.

Nero seca sus lágrimas mientras con la otra mano se aferra a mi camisa.

—Será mejor irnos de aquí. Supongo que Vergil tarde o temprano dará contigo.

Corrí lo más rápido que pude con Nero en mis brazos hasta llegar a mi local. Una vez dentro intento bajarlo de mis brazos pero aún parece asustado ya que se aferra a mi.

—Oye no tienes porqué seguir así, mira.—Señalo a la habitación.—Este lugar no es el mejor del mundo pero es seguro.

Nero parece pensarlo. Intento bajarlo otra vez, ahora accede. Camina tímido por cada esquina mirando todo a su alrededor.

—¿Dante?.—Pregunta esa voz femenina desde la cocina.

—Ay no..

Lady aparece y me mira algo enfadada.